“La Fe está en riesgo por debilidad de bautizados”

(ANF).- Los pastores episcopales del mundo convocan a profesar la fe en Dios sin miedo, pues, está en riesgo de ensombrecerse, ya sea por la debilidad de los fieles como por el contexto global, pero para reavivarla es necesaria una conversión plena, comenzando en la iglesia misma.

Así señala el mensaje de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, iniciada hace tres semanas en la Santa Sede, destacando “dos expresiones de la vida de fe, especialmente significativas para la nueva evangelización: la contemplación, donde el silencio permite acoger mejor la Palabra de Dios, y el servicio a los pobres, para reconocer a Cristo en sus rostros”.

“El Sínodo recuerda, por tanto, la necesidad de reavivar la fe que corre el riesgo de oscurecerse en los contextos culturales actuales, también frente al debilitamiento de la fe en muchos bautizados”, señala al indicar que “el encuentro con el Señor, que revela a Dios como amor, sucede sólo en la Iglesia como forma de comunidad acogedora y experiencia de comunión”.

La Iglesia afirma que para evangelizar hay que estar evangelizados, con esta certeza los prelados lanzan el llamado “a la conversión, porque la debilidad de los discípulos de Jesús pesa sobre la credibilidad de la misión”, señala el mensaje que transmite el Vatican Information Services (VIS).

“Conscientes del hecho de que el Señor es la guía de la historia y que, por tanto, el mal no tendrá la última palabra”, por lo que “los Obispos invitan a los cristianos a vencer el miedo con la fe y a mirar el mundo con sereno coraje porque, aunque éste está lleno de contradicciones y retos, sigue siendo el mundo que Dios ama”, remarca el mensaje.

Los Prelados exhortan a erradicar la desesperanza, puntualizando: “Nada de pesimismo: globalización, secularización y nuevos escenarios de la sociedad, migraciones, incluso con las dificultades y sufrimientos que conllevan, deben ser oportunidad de evangelización”, sin buscar estrategias de mercadeo, sino “redescubrir los modos con los que las personas se acercan a Jesús”.

Los Obispos señalan a la “familia como lugar natural de la evangelización”, por lo que insisten en que “debe ser sostenida por la iglesia, la política y la sociedad”, y en este núcleo de la sociedad “se resalta el papel especial de las mujeres y se recuerda la situación dolorosa de los divorciados y vueltos a casar: aunque se reconfirma la disciplina sobre al acceso a los sacramentos, se insiste en que no están abandonados por el Señor y que la Iglesia es la casa que acoge a todos”.

En cuanto a la “vida consagrada, testimonio del sentido ultraterrenal de la existencia humana”, los prelados la señalan junto a las parroquias “como centros de evangelización” y recuerdan “la importancia de la formación permanente para los sacerdotes y los religiosos e invita a los laicos (movimientos y nuevas realidades eclesiales) a evangelizar permaneciendo en comunión con la Iglesia”.

El mensaje de los prelados señala que se “necesita una nueva alianza entre fe y razón”, pues, la ciencia “cuando no encierra al hombre en el materialismo se convierte en una aliada de la humanización de la vida”

También recuerda las posibilidades que ofrecen el Año de la Fe, la memoria del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica.