Mesa de difuntos convocará a los que buscan justicia para Juana Quispe

(ANF).- Pescado, Coca Cola, rosas y gladiolos que es lo que más le gustaba en vida a Juana Quispe, adornarán su mesa de difunta que armarán sus hermanas el próximo jueves, en su casa del municipio paceño de Ancoraimes, a la espera de que los rezos y la cercanía con su espíritu les revelen mayores pistas de las que ha encontrado la justicia para desenmascarar a sus verdugos, pues hasta ahora sólo hay dos imputados, muchos sospechosos y ningún encarcelado.

Juana Quispe murió a sus 43 años de edad, dejando en la orfandad a un niño de 10 años que ya no tiene contacto con sus tías carnales, pues el viudo y padre de la criatura no quiere que tenga cercanía con ellas. Su cuerpo sin vida fue hallado por la policía el pasado 12 de marzo, a orillas del río Orkojahuira, en un atajo hacia Villa Copacabana de la ciudad de La Paz, hasta donde la concejala había llegado desde Ancoraimes, para unirse a la celebración del día del acullicu, como miembro de la organización de mujeres Bartolina Sisa.

“No me explico por qué motivo el viudo se ha enojado totalmente con nosotras. No le interesó seguir la investigación de su asesinato, quería dejarlo así no más. Nosotros le pedimos plata para hacer las gestiones y desde ahí se ha enojado”, aseveró Francisca Quispe, hermana de Juana, en una entrevista con Enlared Municipal.

Los problemas en la pareja comenzaron cuando la concejala decidió luchar por los derechos de las mujeres electas frente a los abusos de sus colegas hombres que no la dejaron ejercer su función de concejala y, para obligarla a renunciar, la acosaron con amenazas y agresiones físicas.