Río Seco se convierte en un bosque de cañas a la venta

Como cada año, decenas de vendedores se situaron en la zona de Río Seco para comercializar caña de azúcar que se elevan al cielo, mismas que convirtieron una estación de servicio en un “bosque” rodeado por el manjar, mientras el piso también parece lleno de verdes pastizales de la selva porque los desechos de la caña son arrojados al suelo.

Según los vendedores, la población alteña tiene la tradición de utilizar este producto como un complemento para armar la mesa de las ofrendas a sus difuntos.

Cada año, decenas de productores de la caña de azúcar se sitúan en la exgasolinera y descargan toneladas de este producto para venderla a la ciudadanía alteña y a los pobladores de las provincias aledañas.

Las hay de muchos tamaños, sin embargo, la ciudadanía prefiere llevar las cañas enteras para acomodarlas en las cuatro esquinas de la mesa de ofrendas en las fiestas de los difuntos.

“Se la utiliza siempre en el armado de las mesas de oración porque simboliza un bastón para que nuestro difuntos puedan apoyarse en el largo camino de retorno”, comentó Ana Tapia, ciudadana alteña.

Otra creencia que se le atribuye a la caña es que sus hojas brindan la sombra que requiere el alma para sus días de sol y sombra en el más allá.

Sin embargo, en la tierra, este dulce elemento amarga los bolsillos de la ciudadanía, purés los precios no están accesibles, según los compradores.

“Las más delgadas y pequeñas cuestan cinco bolivianos cada una, para armar la mesa y para la casa, mínimo se gasta Bs 30, yo creo que los cañeros se quedarán con los productos”, manifestó Tania Morales, vecina de Río Seco.

Por su parte, los vendedores afirman que hay una rebaja de precios.

“Existen productos de todo precio, desde 35 a 70 bolivianos, el amarro de diez unidades, dependiendo del grosor, este año estamos vendiendo con el precio un poco rebajado porque hubo una buena producción, casi todos han plantado este producto”, relató Marina Antiñapa, productora de caña.

Entre los comerciantes de este producto se encuentra productores de Caranavi, Alto Beni y de otras partes del oriente, ellos manifiestan que cada vez hay más competencia.

“Hace como cinco años que nos establecimos aquí y cada gestión vemos que más y más vendedores deciden comercializar la caña en este sector, sólo éramos tres ahora ya ni podemos contarnos porque, además, no tenemos una asociación que nos represente”, indicó Juan Terán, productor de caña.

La individualidad de cada productor, se ve reflejada en la vulnerabilidad ante la intención de otros sectores de pedirles dinero.

“Hoy se acercaron algunos vecinos de la zona y nos comunicaron que teníamos que pagar 20 bolivianos por vender en este sector, de manera arbitraria amenazaron con impedirnos que vendamos aquí, algunos les dieron otros no pero no me parece justo pagarles sin saber a dónde va ir el dinero”, indicó Félix Escobar, productor de caña.

Al respecto, Ana Martha Mamani, vicepresidente de la Junta de vecinos de la zona Extranca de Río Seco remarcó que deben colaborar de manera voluntaria.

“Tenemos 11 procesados por problemas con esta área verde y por otro terreno; no es justo que ellos lleguen y no colaboren, no les pedimos mucho dinero sólo un aporte voluntario como retribución por vender en esta zona”, aseveró la dirigente.

Aunque no quiso brindar detalles del problema legal, denunció que los comerciantes de todo el sector se negaron a colaborar y por ello piden que desalojen el lugar de venta.

“Queremos que se retire, ya estamos muy molestos porque cada año viene venden y se van sin colaborar con la zona”, agregó Mamani.