Año Internacional de la Quinua

En un intento por revalorizar nuestros productos nativos, el Gobierno nacional ha lanzado la iniciativa para que el 2013 sea declarado Año Internacional de la Quinua. Lo anterior parece muy loable, frente al reconocimiento internacional de que este pseudo cereal es un alimento muy nutritivo, rico en proteínas, vitaminas y minerales. Este hecho ha determinado que personajes tan famosos como Madonna y la reina Sofia de España la incluyan en su dieta. El resultado, los precios internacionales en los últimos cuatro años se han elevado considerablemente, ahora se encuentran alrededor de los US$ 3.100 por tonelada. Comparemos eso con algo más de 600 US$ ton que recibe la soya en los mercados internacionales.

Debido a esos años y a que la quinua se ha convertido en una fuente de ingresos para los campesinos de varios municipios de La Paz, Oruro y Potosí, se han realizado dos importantes estudios que cubren numerosos aspectos sobre las áreas productoras, técnicas de cultivo, condiciones ambientales que determinan las zonas con aptitud para la producción del mismo en los tres departamentos.

El más reciente, el “Atlas Productivo de la Quinua”, elaborado por la Fundación FAUTAPO, como parte del Programa COMPASUR, estudia la quinua real en el altiplano sur del país, con el apoyo financiero de los Países Bajos. La otra investigación ha sido realizada por el IRD de la cooperación francesa en nuestro país. Además el Centro de Producción de Tecnologías Sostenibles también ha trabajado propuestas interesantes sobre este cultivo, particularmente en la parte industrial.

Algunas cifras: la superficie cultivada evoluciona de la siguiente manera: 1970, 12.200 has, con una producción de 9700 tons; 1980, 15.640 has y 8.930 tons; 1990, 38.615 has y 16.070 tons; 2000, 35.700 has y 23.200 tons; 2010, 64.770 has y 36.850 tons; 2011, 38.200 tons y 64.800 has. El rendimiento promedio oscila alrededor de los 570 Kg. por ha, con algunos años excepcionales, en los que se supera los 650 Kg. En 2010-2011 se ha superado las 40.000 tons de producción. Los datos del estudio de FAUTAPO para el 2010-2011 revelan que el promedio de cosecha por productor en los municipios del altiplano sur se ubica entre los 4.400 Kg. y 6.400 Kg., producciones muy bajas, las cuales oscilan entre 6.800 a 40.000 Bs. por familia, que representan ingresos muy superiores a los de otros cultivos en el altiplano.

Sorprende el número de plantas transformadoras de tipo industrial: 4 en Cochabamba, 9 en La Paz, 14 en Oruro, 5 en Potosí y 3 en Sucre. A lo anterior se suma que hay otras empresas de tipo semi industrial que también operan en los cuatro departamentos, y unas pocas de tipo artesanal en La Paz, Oruro y Potosí.

Todo lo anterior revela una actividad económica muy importante, para zonas de agricultura virtualmente de subsistencia, que gracias al mercado han ido desarrollándose, aunque no en la dimensión que podría esperarse frente al comportamiento de los precios internacionales y la ventaja de que el Gobierno no impone restricciones a las exportaciones de este producto, lo que lamentablemente sucede con algunos productos de la región agroexportadora boliviana.

Frente al cuadro descrito, lo más notable es que el potencial de zonas con aptitud para la producción de quinua alcanza a más de 1 millón de has en Oruro, más de un millón de has en Potosí, y 249.000 has aptas en el departamento de La Paz.

Las exportaciones alcanzaron en 2011 los 47 millones de dólares. En resumen, con unos precios internacionales formidables, sin restricciones a las exportaciones y un potencial enorme de tierras para dedicarlas a este cultivo, el Año Internacional de la Quinua debería ir acompañado de un Programa Nacional que apoye a los diferentes actores para mejorar la productividad, con financiamiento adecuado e inversión en sistemas de riego y otras mejoras para generar mayores ingresos para los productores de la región andina. El resto es mero discurso.