El Alto
La falta de control permitió que muchos ciudadanos llegaran a los excesos en los cementerios.
Cientos de alteños recibieron ayer las almas de sus seres queridos en el Cementerio General de El Alto, donde la celebración estuvo plagada de cantos alegres y un notable consumo de bebidas alcohólicas.
Los ciudadanos trasladaron los alimentos y masitas preferidas de sus seres queridos para poder compartir algunas horas con ellos, según la creencia aymara.
Ana, es una de las ciudadanas alteñas que, como cada año, carga en un atado sobre su espalda todos los elementos para armar la mesa de ofrenda que se acostumbra en Todos Santos, sin embargo, ella, acompañada de sus tres hijos, no tiene como destino su casa, más bien se dirige hacia el Cementerio General de El Alto ubicado en la zona de Mercedario.
Hasta arribar a la tumba donde descansa su hermana Felisa se hacen las 11:00 y ella comienza a sacar sus alimentos para colocarlos sobre la tumba que limpió unos días antes. T´ant´a wawas, frutas, flores, panes, galletas y un vaso de chicha morada, son el entremés de la visitante porque el plato principal es un buen trozo de lechón al horno, papas, ocas, plátano y ensalada, alimentos que son servidos en un plato para el alma de Felisa; por si fuera poco, saca también un pedazo de pollo al horno con sus mismos elementos que también es ofrendado a la difunta.
“Es importante que le esperemos con estos dos platos porque eran sus favoritos cuando estaba viva”, comenta doña Ana.
Hasta que los alimentos estén correctamente ordenados dieron las 12.00, en ese instante todos se pusieron de pie y comenzaron a rezar.
En el camposanto se sintió el silencio de ese momento tan solemne ya que los cientos de visitantes hacían lo mismo en ese instante.
Hasta ahí coincidió en parte con las costumbre urbanas, posteriormente comenzó la música.
Con las mesas armadas y junto a la tumba de su ser armado gran parte de las familias empezó a servir la comida, alegres reían recordando las anécdotas de la difunta.
En la ocasión, algunos grupos de música autóctona cobraban desde cinco hasta 15 bolivianos a cambio de unas cuantas canciones alegres.
No faltaron quienes, sin ningún reparo, comenzaron a sacar las botellas de bebidas alcohólicas y organizaron una pequeña fiesta a los pies del muerto.
Al respecto, el sociólogo Jaime Tellería afirmó que las actividades realizadas durante esta jornada tienen las características de las fiestas en el área rural. “Es básicamente un encuentro, por esto se realiza un homenaje al muerto con lo que más le gustó en vida, es un acercamiento con los que partieron y no representa tristeza, más al contrario para ellos es una alegría que nos visite”, sostuvo.
Doña Ana, también descubrió sus botellas de cerveza, ella afirma que son necesarias para challar el encuentro.
“Por costumbre, también debemos compartir este festejo con la madre tierra, además a mi hermana le gustaba la cerveza y hay que darle todo lo que le gusta, claro que no bebemos hasta quedarnos dormidos”, agregó doña Ana.
A cada instante, pasa uno que otro guardia municipal, sin embargo, cuando los alegres ciudadanos los veía acercarse tenían tiempo suficiente para esconder las botellas y disimularon su acción.
Raúl Cáceres, intendente Municipal, aseveró que si bien ayer se mandó un número reducido de guardias, en esta jornada se doblará la cantidad.
“Hoy es el día clave, porque muchos ciudadanos aprovecha el feriado para asistir a los cementerios, sin embargo, desde ayer mandamos alrededor de 15 efectivos a cada cementerio municipal, con el propósito de que reporten los excesos, hoy destinaremos cerca de 25 efectivos para que realicen el control, además hoy se contará con la colaboración de la Policía para resguardar el orden público”, manifestó el Intendente.
Agregado a ello, aceptó que por las condiciones precarias del cementerio es muy difícil tomar el control del ingreso de bebidas alcohólicas.
“En el Héroes del Gas Norte y Sur se destinó tres equipos, uno está situado en la puerta para requisar a las personas con el propósito de que no se ingresen bebidas espirituosas, sin embargo, en Mercedario se carece de una puerta y muros para asegurar el control, pero de igual manera los efectivos juntamente con los policías estarán realizando patrullajes al interior y decomisando este tipo de bebidas”, sostuvo la autoridad.
Doña Ana se retiró a media tarde amarró su atado y junto con sus tres hijos volvió a su hogar, pero, por el contrario, muchos otros visitantes se quedaron cómodamente a libar a ver que no existía el control suficiente.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.87 Bs. |
1 UFV: | 1.78907 Bs. |