¡Maracanazo!, una palabra con identidad

A mediados del siglo pasado, el fútbol era el camino elegido para recuperar las profundas heridas que había dejado en la humanidad la II Guerra Mundial y fue Brasil el país que debía lavarle el rostro a la tragedia y el llanto.

Participaron 13 selecciones nacionales, incluido el último campeón, Italia, y aparecía por vez primera Inglaterra, la nación fundadora de este deporte y que provocaría una de las grandes sorpresas, al ser derrotada 1-0 por Estados Unidos.

Fue la segunda presencia boliviana en un Mundial, jugó un solo partido, fue goleada 8-0 por Uruguay y tuvo que regresar en silencio pese a que había llevado a los mejores jugadores que teníamos en aquella época.

El campeón

Uruguay fue campeón ante el asombro general, pues sólo ganando el último partido frente al local podía alcanzar el primer lugar y lo logró para desesperación y llanto de una nación, la brasileña, que no lo esperaba.

Los charrúas escribieron la página más gloriosa del fútbol mundial al derrotar al favorito por 2-1, remontando el marcador de 0-1 con goles de Schiaffino y Gigghia, y en medio del mayor silencio que se recuerde en el estadio, con sollozos y gritos desgarradores.

Uruguay comenzó con un 8-0 sobre Bolivia, pero luego empató en la fase final 2-2 con España, ganó 3-2 a Suecia y finalmente triunfó 2-1 ante Brasil. Con esta victoria marcaría para siempre el estadio de Río de Janeiro, escenario del inolvidable Maracanazo.

Los demás

Brasil, el gran favorito, le ganó 4-0 a México, empató 2-2 con Suiza, derrotó 2-0 a Yugoslavia y en la fase final 7-1 a Suecia y 6-1 a España. Bastaba empatar con Uruguay perdió para sorpresa general.

Inglaterra fue eliminada en la primera ronda, al igual que el último campeón Italia, con una muestra de poco fútbol como la mayoría de los participantes, 6 del Viejo Continente y 7 de América.

La selecciones estaban sorteadas en 4 grupos, pero las renuncias a última hora derivaron en que los grupos 1 y 2 tengan 4 equipos, el 3 tenía 3 y el 4 sólo 2, justo donde se hallaba Bolivia, que apenas jugó un partido, fue goleado y eliminado.

El mundo del fútbol volvería a Europa para jugar las dos Copas siguientes en la cual el proceso de eliminatoria previa empezaba a tener una importancia mayor que la fase final por las continuas luchas en cada partido e historias increíbles que empezaron a escribirse.

Brasil marcó al fútbol en un hecho clave y a partir de entonces nunca nadie daría por ganado un cotejo sin ser jugado, porque Uruguay había demostrado que los chicos, los olvidados y los que aparentemente no tienen posibilidades, también pueden ganar, ser campeones y ser recordados por siempre por la gesta histórica llamada Maracanazo.

Italia disminuida

Tampoco pudo participar el Mundial del 50’ parte del seleccionado italiano ya que diez de sus máximas figuras fallecieron un año antes en un recordado accidente aéreo el 4 de mayo de 1949 a las 16:02 horas, donde murieron todos los jugadores del Torino de Italia cuando regresaban de Lisboa, donde habían disputado un partido amistoso con el Benfica. Debido a este accidente, los dirigentes optaron por enviar a la selección nacional en barco en lugar de hacerlo en un avión transoceánico. El seleccionado fue dirigido en 1950 por el dirigente Ferruccio Novo y el periodista Aldo Bardelli.

Qué vergüenza

Bolivia sólo jugó un partido frente a Uruguay, porque eran los únicos dos seleccionados del grupo. Fue goleado 8-0 y encima hacía papelones fuera de la cancha. Un cable de la agencia AP decía: “El comité ejecutivo de la FIFA anunció que pagará todos los gastos que origine la participación de Bolivia en el campeonato mundial de fútbol. El reglamento establece que los gastos de los equipos participantes son pagados dos días antes del campeonato”.

Garra Charrúa

Los dirigentes uruguayos temían una goleada en la final. Dijeron: “traten de no comerse seis, con cuatro estamos cumplidos”. El gran Obdulio Varela arengó así a sus compañeros: “Hechos un carajo, hechos solamente si ganamos… si entramos vencidos es mejor ni salir al campo de juego, no vamos a perder ese partido, y si lo hacemos no será por cuatro goles”.

India renunció a participar en el Mundial pese a que había clasificado directamente por el retiro de Birmania. La mayoría de los futbolistas indios actuaban descalzos, y por eso optaron por no jugar.

En este Mundial se utilizaron por primera vez los números identificatorios en las espaldas de las camisetas de los jugadores.

El estadio Maracaná se llama Jornalista Mario Filho, en honor al periodista y dueño del diario “Jornal dos sports”, quien 30 meses antes del torneo comenzó una campaña, mediante la publicación de notas alusivas, presionando a los altos dirigentes del fútbol brasileño para que se construya un estadio para 200.000 espectadores.

La obra comenzó el 2 de agosto de 1948 y duró 665 días, contaba con una capacidad de 183.354 espectadores, aunque al final asistieron 203.849 personas. Se lo conoce como Maracaná porque el estadio se ubica en el barrio de Maracaná, sobre la avenida del mismo nombre, y es una palabra de origen guaraní de una especie de loro que vive en la selva.

Este estadio quedará en la historia del fútbol brasileño.