Jerusalén.- El Santo Sepulcro, la basílica de Jerusalén donde se sitúa el lugar de la muerte de Jesús, podría cerrar en los próximos días por un conflicto entre el Patriarcado Greco-Ortodoxo y la compañía israelí de agua sobre una escalofriante factura acumulada durante años, informó ayer el diario “Maariv”.
Se trata de una medida de presión del patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teofilos III, después de que la empresa de agua, Haguijón, paralizase la cuenta bancaria del Patriarcado para forzar el abono de la factura, por valor de 3,4 millones de dólares (2,6 millones de euros) más intereses, informó Efe.
El Santo Sepulcro, edificado en el siglo IV después de que Helena, madre del emperador Constantino el Grande, lo identificara como el lugar de la crucifixión y resurrección de Jesucristo, nunca ha llegado a pagar por el agua a las distintas autoridades que han estado desde entonces a cargo de la ciudad.