Bolivia debe definir su situación en la Convención de Viena hasta enero

Mientras el canciller del Estado, David Choquehuanca, se encuentra abocado a lograr adherentes para la despenalización internacional de la hoja de coca, cuyo plazo vence en enero, además de los preparativos del 21 de diciembre para recibir el “tiempo nuevo” de la humanidad, la demanda marítima y la deuda histórica del Silala han quedado delegadas a otras instancias fuera del quehacer diplomático.

En entrevista con EL DIARIO, el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito en Bolivia (Unodc), César Guedes, alertó la posibilidad de que el país tenga algún conflicto a nivel internacional en caso de que las autoridades diplomáticas no logren la reincorporación efectiva a la Convención de Viena en el mes de enero.

“Primero habrá que ver si se garantiza el regreso de Bolivia a la Convención. Hemos visto que la salida de Bolivia vino acompañada de una solicitud de reingreso con las condiciones de que se respete el masticado. Bolivia asegura que la práctica del acullicu no es narcotisante, pero es una posición nacional. La ONU no interviene. En enero del 2013, si más de un tercio de los estados miembros se oponen, se crearían dificultades para Bolivia”, dijo Guedes a esta casa periodística.

La labor del canciller Choquehuanca se centra ahora en la promoción de la coca y la búsqueda de adherentes para la despenalización de esta hoja en la comunidad internacional. Para ello, la autoridad emprendió una gira las primeras semanas de octubre, visitando las capitales Londres, Madrid, Viena, París, Estocolmo y Berlín. Según dijo el canciller, existen varios países que se han sumado a la causa del gobierno de Evo Morales y éste aseguró que ya son 60 los Estados que le apoyan.

Bolivia necesita conseguir dos tercios de adherentes de los 184 países signatarios de este tratado internacional, caso contrario no se conoce la dimensión de las consecuencias que conllevaría declarar la hoja de coca dentro de la lista de sustancias controladas.

En junio de 2011, el país denunció, es decir, se apartó, de la Convención de Viena Sobre Estupefacientes de 1961 con la posibilidad de reincorporarse con la reserva de incluir el masticado de la coca o acullicu, hasta enero de 2013. Esta reserva, que pide el reconocimiento de los países firmantes, se basa en que la llamada “hoja sagrada” es parte de la cultura de los países andinos, especialmente Bolivia y Perú, donde se practica el masticado en rituales, como suplemento alimenticio e incluso como medicina tradicional.

Previamente, la Cancillería maneja una agenda destinada a la celebración del llamado solsticio de verano, que tendrá lugar en la Isla del Sol, este 21 de diciembre.

La importancia para el Gobierno y en especial para el canciller David Choquehuanca, radica en el denominado “fin del no tiempo” y por ende el nacimiento de un nuevo tiempo que coincidiría con el bullado calendario y profecía Maya.

Durante la 63 Asamblea General de la Organización de Estados Americano (OEA) que se desarrolló en Cochabamba, el canciller ya lanzaba su pronóstico. “El año 2012 viene cargado de energías que nos convocan a los seres humanos para que volvamos al camino del equilibrio”, dijo y lo reiteró hace tres meses cuando se animó a reflexionar sobre el fin de los alimentos chatarra, las gaseosas y todo aquello enmarcado dentro del mundo consumista.

La última aparición de David Choquehuanca se dio en la citada isla del Lago Titicaca, donde se planea llevar un evento con características rituales y una convocatoria nunca antes vista en el país que convertirá la región este 21 de diciembre en la “sede del fin del mundo”.

DATOS

• El 21 de diciembre se realizará el solsticio de verano en la Isla del Sol, donde se dará fin a la era de la oscuridad, el egoísmo y la división (la Macha) para dar inicio a la era del amor, el comunitarismo y la hermandad (la Pacha)

• En enero, Bolivia debe conseguir dos tercios de los 184 países firmantes de la Convención de Viena para despenalizar la coca o podría haber serias consecuencias para el país.

• La demanda penal marítima es elaborada por la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), mientras el tema Silala fue delegado a la Gobernación de Potosí.