Han transcurrido 406 años desde la fundación de la ciudad de Oruro y los daños ocasionados a la madre tierra y el medio ambiente por la extracción de los minerales aún no han sido subsanados.
El VI Congreso Departamental de Líderes Ambientales llegó a la conclusión que, en la actualidad, persiste la explotación indiscriminada de los recursos naturales por parte de las empresas transnacionales, provocando daños a nuestra naturaleza, causando pobreza, desigualdad, crisis alimentaria y la destrucción paulatina de esta parte del planeta.
En el encuentro los líderes pidieron al Gobierno nacional y a las empresas que dependen de las cooperativas y de la Corporación Minera de Bolivia, “usar agua que no es apta para el consumo, riego y biodiversidad, para evitar la sobreexplotación de este vital recurso en las actividades mineras”.
Además, sugirieron la elaboración de una política minera coherente y que enfoque sus esfuerzos en la generación de alternativas de desarrollo, y consideran que el modelo extractivista irracional profundiza los problemas sociales, económicos y ambientales.