El frío se convirtió en nueva amenaza para los damnificados de Sandy y la falta de gasolina provoca zozobra entre los neoyorquinos, alentados de todas maneras por la vuelta de la electricidad al sur de Manhattan y el restablecimiento en un 80% del servicio de metro.
A cinco días del paso devastador del huracán Sandy, 194.000 residencias de Nueva York aún no tienen electricidad cuando el frío aprieta en este otoño boreal, informó el sábado su aldalde, Michael Bloomberg.
La temperatura oscilará entre los 4 y los 0 grados en los próximos días y se convertirá, según Bloomberg, en el principal peligro para los damnificados que habitan residencias sin electricidad o no tienen gasolina para alimentar sus generadores.