SOS afirma que mejora el trato hacia perros y gatos domésticos

En los últimos años la población ha tomado conciencia del cuidado y el buen trato hacia los animales domésticos específicamente con los perros y gatos que se crían principalmente en las zonas urbanas, pero aún queda mucho por hacer sobre este tema, dijo la presidenta nacional de animales SOS, Susana del Carpio.

“Se ha visto cambios, por lo menos ahora, las personas llevan a sus animales a sus vacunas, les abrigan; además de otros cuidados, por lo menos ahí ves la preocupación de una parte de la población, que trata a sus mascotas como niños y son parte de la familia, sólo en el tema de perros y gatos creo que las cosas están cambiado”, argumentó.

Señaló que la población empezó a concientizarse del buen trato, a medida que fueron pasando lo años, tras los alarmantes hechos de abusos que se registraron en diferentes lugares del país, como los perros que fueron botados desde las ventanas de altos de edificios o animales que son abandonados a su suerte en las calles.

Sin embargo, señaló que el tema de los animales domésticos y de consumo sigue siendo un aspecto que preocupa, en vista que la situación no ha cambiado en su totalidad; los animales en otros sectores sociales siguen presentando frecuentes, abusos de sus propios dueños ya sea en las áreas rurales o urbanas. Afirmó que en Bolivia los animales que sufren más son los de consumo.

Asimismo, señaló que la gente cuando piensa en protección hacia los animales sólo se inclinan en los más cercanos como en el caso de los perros y los gatos, “nos conmueve que a un perro lo maltraten o que a un gato lo torturen, pero realmente no nos conmueve la tortura que sufren miles de animales de consumo, que ingresan por ejemplo a los mataderos”, dijo.

“La tortura que sufren los animales de trabajo por ejemplo, en el caso de Santa Cruz, los pobres caballos en pleno calor no reciben sombra, ni agua, ni comida, y en esa situación los obligan a jalar esas carretas con escombros. Asimismo, en Trinidad las Yuntas que a veces no tienen descanso y teniéndolas enfermas las hacen trabajar, además de esos pobres burros que los amarran en el campo, no tienen agua ni comida a su alcance. Realmente la situación es muy complicada tanto para los animales de consumo como de trabajo”, sostuvo del Carpio.