Exploración petrolera en La Paz

Durante años el Departamento de La Paz estaba seguro de la existencia de petróleo y gas en las provincias Franz Tamayo, Sud Yungas, Larecaja y Caranavi, pero sus autoridades y el Gobierno de turno no mostraron interés ni iniciativa para iniciar una exploración, como clamaban sus habitantes permanentemente. Por ello el avance en ese sentido es poco significativo.

La Empresa Petroandina fue creada en el año 2007, por una asociación entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y la venezolana PDVSA, quienes firmaron un contrato de exploración en Lliquimuni a instancias del actual Gobierno, con un costo de 102 millones de dólares. Para tener certeza del trabajo de exploración que se iniciaba, se hizo una prueba sísmica 2D, que confirmó que había petróleo crudo y gas natural. Su potencialidad se estimó en 50 millones de barriles de petróleo crudo y un trillón de pies cúbicos TEF de gas natural.

Ante este panorama optimista, se debió empezar los trabajos de perforación del pozo Lliquimuni, pero se retrasó casi nueve meses porque no se había hecho la plataforma para el taladro y por problemas de infraestructura caminera, cuyo atraso continúa hasta ahora. La perforación de este pozo petrolero no tiene avance, lo que preocupa a todos, y su ejecución podría efectuarse recién el primer trimestre de 2013.

Este trabajo de exploración petrolera y gasífera está ligado a la ampliación del camino, que es de 54 kilómetros y que debe estar al nivel de la perforación. Obviamente este camino debe ser planchado para el montaje del equipo de exploración, lo que con suerte y pese a las lluvias, podría estar concluido hasta fin de año. Según estos datos la exploración de hidrocarburos en el Norte de La Paz está lejana, porque no existe una política con decisión, teniendo en cuenta que los mayores esfuerzos están dirigidos a intensificar la producción petrolera y gasífera en los diferentes campos de Tarija, Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca.

La Paz, postergada, manifiesta disconformidad cuando se hace promesas que no se cumplen y no hay proyectos de desarrollo concluidos. Sin una política caminera para el aprovechamiento de sus riquezas naturales, La Paz seguirá sin desarrollo ni progreso, por ello la paceñidad llama la atención de la Gobernación, la Asamblea Departamental y la Brigada Parlamentaria, para que impulsen la construcción de caminos, siendo parte importante para esa tarea la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).

Contar en un futuro próximo con la producción propia de petróleo y gas sería un modo más de mejorar el nivel de vida de la región paceña y una forma de hacer Patria.

El autor es ex Decano de Odontología

de la UMSA.