El supuesto “río” Silala es un pretexto inventado por Chile para apoderarse de aguas soberanas de Bolivia, desplegando una sagaz política diplomática a fin de convertir un problema comercial en un asunto geopolítico económico, que le daría la oportunidad de seguir protegiendo a las empresas privadas CODELCO y Ferrocarril Antofagasta (Grupo Luksic), quienes en forma ilegal hace 128 años aprovechan de aguas bolivianas recolectadas en los bofedales del Quetena.
Por lo tanto, urge una negociación con Chile que no afecte o perjudique al dueño de las aguas del Quetena y sea conveniente para el país vecino, concretando una reunión de cancilleres donde Chile demuestre que un canal artificial de 80 cm. de ancho, 60 cm. de profundidad, con una longitud de 3 Km., por donde escurren 250 litros por segundo, es un río internacional de curso sucesivo.
Después de analizar la historia, recordemos que Tarapacá y Antofagasta (1883) pasaron a poder de Chile, cuando en la región de Antofagasta no había un curso de agua que viniera de Bolivia o un río internacional de curso sucesivo. Esta afirmación está respaldada por la escritora chilena María Piedad Allende, que en su libro “Historia del Ferrocarril en Chile” (1993), indica: “El Gobierno chileno en 1884 otorga una concesión a la Compañía del Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, para prolongar la línea hasta la nueva frontera con Bolivia”.
Con esta autorización, el Ingeniero Josiah Harding, constructor del Ferrocarril de Antofagasta, ingresó a la región deshabitada del Quetena, para construir una zanja de tierra o canal artificial con una pendiente que facilite llevar agua recolectada de los bofedales del Quetena hasta la frontera con Chile, con el propósito de disponer de agua potable para los obreros y el llenado de calderos de locomotoras a vapor. (“El Mito del Silala”, A. Bazoberry Q., 2003).
El Gobierno de Chile el 28 de julio de 2009 envió a Bolivia un documento de 17 artículos, titulado “Acuerdo Inicial Silala”, del cual se transcribe textualmente los artículos que más impactan a la soberanía de Bolivia, por el uso ilegal del agua recolectada de los bofedales del Quetena de la Provincia Sur Lípez del Departamento de Potosí.
Articulo 1. “Se establece que el uso y aprovechamiento del sistema hídrico es compartido entre Chile y Bolivia”. Este planteamiento no sería aceptable, mientras Chile no demuestre técnica y jurídicamente la existencia de un río internacional en los bofedales del Quetena.
Artículo 2. “El Acuerdo Inicial considera que del volumen de agua del sistema hídrico del Silala o Siloli que fluye superficialmente a través de la frontera, desde el Estado Plurinacional de Bolivia a la República de Chile, sólo un porcentaje le corresponde a Bolivia”. Esta conclusión no es válida porque en la región desértica del Quetena no existe un sistema hídrico que se origine en una cuenca hidrográfica por donde fluya una corriente de agua superficialmente desde Bolivia a territorio chileno.
En el Artículo 3 Chile previene a Bolivia que: “Las aguas captadas en su territorio, podrán ser conducidas para el uso y aprovechamiento en Chile”. Esta prevención se puede calificar de impertinente, sabiendo que Chile no tiene ningún derecho técnico o jurídico para disponer de aguas que son íntegramente de soberanía boliviana.
Artículo 8. “Con el propósito de establecer el porcentaje de agua de libre disponibilidad de cada país y avanzar en la comprensión del sistema hídrico, instalando 4 estaciones meteorológicas y 2 estaciones hidrométricas, para obtener registros de precipitación (líquida y nival), temperatura del aire y otras variables”. La propuesta de Chile no es compatible con la tecnología para instalar estaciones de “Alarma temprana” en un canal artificial de 3 Km. de longitud, cuando sólo se justifica instalar estos equipos en cuencas hidrográficas donde se originan ríos caudalosos, como el Mamoré, Beni y otros, con el objetivo de alertar a poblaciones de los efectos desastrosos de inundación.
Artículo 15. “De conformidad con el presente acuerdo, el Gobierno de Bolivia declara que la persona jurídica, de derecho público o privado, que haya sido autorizada por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para el uso en territorio chileno de las aguas del Silala o Siloli de su libre disponibilidad, podrá aprovecharlas sin ninguna restricción o discriminación”.
Esta posición chilena equivocada se basaría en un acuerdo propuesto por Chile, que Bolivia no ha firmado, por considerar que no es aceptable sabiendo que el único dueño de las aguas existentes en los bofedales del Quetena es Bolivia. Después de analizar el documento enviado por el Gobierno de Chile, reclamando derechos sobre un “río” Silala inexistente, Bolivia técnica y jurídicamente está en condiciones de rechazar cualquier denuncia ante organismos internacionales.
El autor es Ing. Civil - Militar, Ing. Ambientalista Certificado y ex miembro del BID.
anbazqui@entelnet.bo
www.antoniobaz.orgfree.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |