Un nuevo caso de descuartizado desconcierta a vecinos de Los Pinos

Esta vez los restos del cuerpo se encontraban en cinco bolsas. La voz de alerta llegó en horario matinal, aunque el mal olor que despedían las bolsas fue advertida por otras personas que no se atrevieron a hurgar el contenido.

Los vecinos de Los Pinos, donde se encuentran varios bloques de edificios, fueron los primeros testigos. El propio comandante de la Felcc, Alfredo Ramos, acudió al lugar junto a varios investigadores.

“Olía mal, los perros estaban hurgando las bolsas. Despedía un olor fétido por eso no me acerqué”. Esos son algunos de los testimonios de los que se encontraban en ese momento en el lugar del hecho.

Como dicen los investigadores “se peinó” el lugar, lo que equivale a decir que hubo una revisión minuciosa de la zona. Al final contaron cuatro bolsas negras y una blanca que luego fueron trasladadas al centro de investigación en la carrocería de una camioneta.

“No hay policías en la zona. Esto es una muestra de que estamos indefensos. Creíamos que ésta era una zona segura, pero en las noches esto es oscuro”, comentaron los vecinos, mientras los policías hacían su trabajo.

Los primeros datos señalan que la persona descuartizada fue un anciano y que la muerte del infortunado se produjo al menos hace tres semanas.

“Los peritos nos dirán cuándo ocurrió el hecho. Hay que dar un tiempo para la investigación”, dijo Ramos.

El hecho se suma a otros descuartizado encontrado el lunes a las 6.30, en la zona Huayna Potosí. La Policía lo identificó ayer como Abraham Canqui Laura de 19 años y cuyos restos fueron abandonados en un basural.

El primer informe policial señala que el infortunado antes de ser descuartizada fue e asfixiada por sus victimarios porque se encontró un surco equimótico en el cuello.

En ambos casos, la o las personas que intervinieron en el descuartizamiento tienen conocimiento del tema, porque se fraccionaron las extremidades dejando el torso y la cabeza en otras bolsas.

“Eso lo hace una persona que tiene la herramienta, llámese sierra eléctrica o tiene instrumentos que por ejemplo lo poseería el crimen organizado. No lo puede hacer cualquier persona”, dijo un policía que prefirió guardar su nombre en reserva.

A la pregunta de los medios sobre la relación entre uno y otro caso más al de Auquisamaña no hubo respuesta, por lo que se convocará a expertos antropólogos para determinar el sexo, la edad y la forma cómo fueron seccionados los cuerpos.

Ajuste de cuentas, tráfico de órganos o casos de psicópatas, son tres de las tantas hipótesis que maneja la Policía, pero el caso descubierto ayer en Los Pinos terminó por intranquilizar a los vecinos, quienes piden el apoyo de seguridad en la zona y decidieron organizarse para velar por la integridad del vecindario.