Rinden culto a las “Ñatitas” con varios rituales en su día

Hugo y Lolita son dos calaveritas que, como define la fiesta pagana, se convierten en los personajes que son conocidos como ñatitas. En la jornada de ayer fueron parte de dos rituales religioso y ancestral en el cementerio Héroes del Gas y del Agua.

Hugo llegó al hogar de la familia Mendoza, luego de que el hijo recibiera dicho “presente” de otro amigo, con quien compartían las noches de bohemia universitaria, recuerda doña Tomasa, la propietaria de la ñatita a quien desde hace cuatro años acostumbra a llevarla a su fiesta realizado en ese camposanto.

“Hoy es el primer año que vamos a participar con otra familia, para que conozca a otra ñatita que se llama Lolita, con quienes partiremos la tarde en esta fiesta, después de que escuchemos la misa y reciba la bendición”, explicó Tomasa Mendoza.

Dos celebraciones se desarrollaron en el cementerio ubicado en la parte posterior del Regimiento Ingavi, donde cada 8 de noviembre los denominados pasantes de las ñatitas, contratan locales, cierran una de las arterias de vía pública y venden bebidas alcohólicas a la vista de todos, con la finalidad de ser parte del fetichismo.

“Mucho depende de la fe, lo que le pidas a la ñatita ésta te cumple, cada lunes por ejemplo una de las propietarias de éste local hace rezar, le prende velas, permite que la gente le pida diferentes favores a su ñatita, como encontrar las cosas robadas, dar con las personas extraviadas, pedirle protección o que simplemente sea rentable el emprendimiento que inicie, todo se le pide con mucha fe y respeto y la ñatita te concede”, expresa Miriam otra de las propietaria de la ñatita Lolita.

Lolita, como le denominan la Familia Carrales, llegó a su hogar a consecuencia del estudio de medicina de una de las hijas, como parte de la materia de Anatomía, ella debía conseguir restos humanos, con la finalidad de memorizar los 206 huesos que tienen un cuerpo de una persona adulta. Pero su determinación de seguir estudiando y obtener los restos, causó en la estudiante una impresión psicológica porque sueños y pesadillas eran parte de sus noches, explica Bertha Carrales, propietaria de la ñatita, quién ahora decidió responder a la tradición luego de que aceptaron que dicho acto pagano no hace daño.

“Es por eso que ha diferencia de las demás natitas, Lolita esta completa, todo el esqueleto está en el cajón y como tía desde hace tres años que asistimos a la celebración, porque nos hemos dado cuenta de que la ñatita nos cuida, nos protege de que los ladrones no ingresen a la casa y ahora se va a conocer con don Hugo con quien compartiremos la celebración”, Concluyó Carrales.

La primera ceremonia fue del Concejo de los Amautas Indígenas del Tawantinsuyo, quienes mediante una huajt’a (mesa e incendios), se desarrollo la cacharpaya (cerebración), “a nuestras ñatitas queridas, les pedimos que tengamos mayor energía para que nos guíen en base a nuestros sueños, como presagio de como debemos conducirnos”, explicó Víctor Machaca, representante del Concejo de Yatiris Amautas.