Alteños festejaron a las ñatitas en los cementerios

Cientos de personas celebraron ayer la festividad de las ñatitas, es decir idolatraron a las calaveras que, según afirman, cumplen sus deseos y los resguardan junto a sus seres queridos.

Hugo y Lolita son dos ñatitas encargadas del cuidado de familias alteñas, por lo que ayer fueron el centro de atención de rituales religiosos y ancestrales en el cementerio Héroes del Gas Sur, celebración que concluyó en medio de fiesta y prestes.

Hugo llegó al hogar de la familia Mendoza luego de que uno de los hijos la recibiera como el “regalo” de un amigo con quien compartía las noches de bohemio y universitario, recordó la propietaria de la ñatita Tomasa Mendoza, que desde hace cuatro años acostumbra llevarlo a su fiesta realizada en ese camposanto.

“Hoy es el primer año que vamos a participar con otra familia, para que conozca a otra natita que se llama Lolita, con ambos compartiremos la tarde en una fiesta después de que escuchemos la misa y los ídolos reciban la bendición”, explicó a EL DIARIO la entrevistada.

El cementerio Héroes del Gas Sur, ubicado en la parte posterior del Regimiento Tarapaca, vivió dos celebraciones al interior de sus dependencias para que luego los pasantes de las ñatitas las llevaran a unos locales contratados; esto provoca el cierre de una de las arterias de alguna vía pública y consumen bebidas alcohólicas a la vista de todos, en ese momento se hacen parte de un fetichismo.

“Mucho depende de la Fe, lo que le pidas a la ñatita te cumple.Cada lunes, por ejemplo, una de las propietarias de este local hace rezar, le prende velas y permite que la gente le pida diferentes favores, entre ellas encontrar las cosas robadas, dar con las personas extraviadas, pedirle protección o que simplemente sea rentable el emprendimiento que inicie, todo se le pide con mucha fe y respeto y la ñatita te lo concede”, expresa Miriam la propietaria de Lolita.

Lolita, como la denomina la Familia Carrales, llegó a su hogar debido a que una de las hijas estudia medicina y, como parte de la materia de Anatomía, ella debía conseguir restos humanos para memorizar los 206 huesos que tiene el cuerpo de una persona adulta. La determinación de la muchacha para seguir estudiando y obtener los restos causó en la estudiante una impresión psicológica que se reflejó en sueños y pesadillas, que eran parte cotidiana de sus noches, aseguró Bertha Carrales, propietaria de la ñatita quién decidió, actualmente, responder a la tradición luego de que aceptaron que dicho acto pagano no hace daño a nadie.

“Es por eso que, ha diferencia de las demás natitas, Lolita está completa, todo el esqueleto está en el cajón y como tía desde hace tres años que asisto a la celebración, porque nos hemos dado cuenta de que la ñatita nos cuida, nos protege de que los ladrones no ingresen a la casa y ahora se va a conocer (la ñatita) con don Hugo con quien compartiremos la celebración”, añadió Carrales.

La primera ceremonia emprendida en el cementerio mencionado fue organizada por el Concejo de los Amautas Indígenas del Tawantinsuyo con una huajt’a (mesa e inciensos) desarrollada en la cacharpaya. “A nuestras ñatitas queridas les pedimos que tengamos mayor energía para que nos guíen en base a nuestros sueños, como presagio de como debemos conducirnos”, indicó Víctor Machaca, representante del Concejo de Yatiris Amautas.

Luego del abrazo, el minuto de silencio y la celebración recordando a las personas fallecidas en diferentes hechos históricos, como la denominada Guerra del Gas y del Agua, la celebración ancestral concluyó con una jalla.

Posteriormente, se procedió a realizar una celebración católica a cargo del hermano Valentín Quenta quien, si bien no es párroco de ninguna iglesia, lucía su hábito (traje eclesiástico) para celebrar la litúrgica de la Biblia con oraciones como el Padre Nuestro y Ave María, además se bendijo a los ídolos y propietarios de las ñatitas.