El rumbo de la minería

I

ESTADO ACTUAL DE LA MINERÍA

En la minería boliviana se están dando notables cambios, con el papel cada vez más importante del sector cooperativo. Lo que empezó con el cierre de minas por los bajos precios de minerales, como una forma de dar trabajo a los despedidos a través de la formación de cooperativas para trabajar las minas marginales cerradas, continuó con más fuerza con el inusual incremento de precios de minerales a partir de 2006, que hizo que los yacimientos marginales que explotaban se volvieran muy rentables y, provocó que más de 200 minas privadas fueran tomadas por comunarios y/o cooperativistas y luego transformadas en cooperativas, lo que subió enormemente el número de cooperativistas (actualmente serían más de 100.000) y, como consecuencia, su producción, directamente relacionada con el valor de exportación.

Los avasalladores hacen una interpretación subjetiva de la CPE que indica que los recursos naturales son de propiedad y dominio del pueblo boliviano, pero no consideran que el mismo artículo señala que su administración corresponde al Estado boliviano.

Mientras en 2011 en el valor de las exportaciones mineras la minería mediana representó el 60%, la minería cooperativa y chica el 31% y COMIBOL el 9%, en el primer semestre de 2012 la minería mediana participó con un 49%, la minería cooperativa y chica con un 45% y COMIBOL con un 6%. De mantenerse esta tendencia y las actuales condiciones, en 2013 se daría un hecho insólito en los países mineros, en los que el sector cooperativo y chico sea el primer exportador de minerales. Esta situación mermaría notablemente la recaudación tributaria, pues las cooperativas no pagan el Impuesto a la Utilidad de las Empresas, que es mucho mayor que el pago por regalías.

Este cambio se debe tanto al incremento de la producción de la minería cooperativa, como a la disminución de la minería mediana (que mantuvo el liderazgo desde 1986), debido a que no hay inversiones nuevas (ni exploración ni desarrollo de nuevos yacimientos), por la falta de seguridad jurídica y, en menor medida, por el elevado sistema tributario. Por estos factores dejaron el país empresas con proyectos de exploración avanzados como Apogee (Pulacayo) y South American Silver (Mallku Khota). En la bajada de producción de la minería mediana, influyó en forma decisiva la operación más grande del país San Cristóbal, que de una participación en la exportación total minera de 46% en 2009, bajó al 22% en el primer semestre de 2012, por la disminución de sus leyes.

La tremenda elevación de los precios de minerales desde 2006 ha hecho subir mucho el valor de las exportaciones mineras, y ha provocado la proliferación de centenares de operaciones informales y cooperativas, pero de ninguna operación importante mecanizada. Se subió el sistema tributario, actualmente el más alto de la región. Con la caída de precios, las primeras empresas en sentir el rigor de los tributos serán las estatales, por su elevado costo de producción. Huanuni podría estar ya trabajando a pérdida.

Por otra parte los dos grandes proyectos en el que existían muchas esperanzas, tienen serios obstáculos. En el Mutún la contratista Jindal se retiró en julio pasado, luego de estériles cinco años, y la fuerte bajada del precio del hierro (desde febrero de 2011 cayó en un 37%), sumada a la falta de infraestructura, pueden hacer inviable este proyecto. La explotación de litio y potasio en el Salar de Uyuni está con demoras inadmisibles, pero los problemas de fondo serían que el método de evaporación solar para concentrar litio y potasio no es económico y que la alta proporción de magnesio dificulta la obtención de carbonato de litio de alta pureza, como el requerido para la fabricación de baterías de litio.