El Rey de las carreteras

Era uno de los favoritos por sus antecedentes, ganó los Grandes Premios del 2008 y del 2011, en esta oportunidad solo ratificó esta condición con planificación, coraje y capacidad. La dupla De Rada/Koch logró el campeonato en base a velocidad y experiencia, venció cinco de las siete etapas, reflejando una campaña por demás exitosa.

En la última etapa se encontró con algunos inconvenientes en la máquina, sin embargo, ni la caja de cambios pudo frenar su marcha hacia el título. El complemento, piloto, máquina y navegante funcionó a la perfección.

La diferencia en la clasificación general refleja el ritmo que mantuvo durante toda la prueba, casi 1 hora de ventaja sobre el segundo que fue el cochabambino Wilson Tapia. El podio en este grupo completaron el paceño Hernán Paredes e Ivar Zegarra.

De Rada empleó 18 horas, 36 minutos y 32 segundos para ocupar el primer lugar por tercera vez en su carrera deportiva. El paceño no tuvo tiempo para hacer el reconocimiento de la ruta por acompañar a sus hijos en el sudamericano de karting, donde Renato consiguió el Subcampeonato y prácticamente llegó del avión hasta su habitáculo, partiendo en antepenúltimo lugar de la competencia.

El trabajo de todo el equipo fue determinante para conseguir nuevamente el título. Gustavo De Rada otra vez está en el lugar más importante del automovilismo boliviano.

Por todo lo conseguido a lo largo de su carrera dentro del automovilismo y por lo que logró en este Gran Premio, Gustavo es considerado, si no el mejor, uno de los pilotos más representativos del país, con su experiencia demostró que tiene todo lo necesario para liderar cualquier competición de este tipo.