Autoridades económicas del Gobierno, con entusiasmo muy extraño, anunciaron la emisión de “Bonos Soberanos” del Estado por 500 millones de dólares; se dice que ello permitirá “promocionar a Bolivia por sus acertadas políticas macroeconómicas”. La verdad es que, con argumentos equivocados, se pretende justificar la emisión sabiendo que ello implica aumentar la deuda externa, promover mayor inflación, comprometer mayor pago de intereses, porque al vencimiento de esos bonos se tendrá que pagar intereses altos a los poseedores.
El Gobierno se jacta de “observar políticas socialistas” y obra con un liberalismo total; se dice anticapitalista y muestra ser más capitalista que los más recalcitrantes. Parece que no se ha tomado en cuenta que el país tiene reservas cercanas a los 13 mil millones de dólares, no provenientes de una mayor producción sino como efecto de los precios internacionales del gas y de minerales, que se nos paga por nuestras exportaciones. Sino fuera por esos precios y rigieran en el mercado los del pasado, hoy no tendríamos esas reservas porque nuestra producción bajó, se cerraron muchas fuentes de riqueza y hemos evitado inversiones.
Creer que la emisión de bonos hará que se invierta en el país es utópico, cuando lo justo sería promover inversiones del sector nacional privado e internacional otorgando las garantías precisas y fortaleciendo la producción. Por otro lado, bien podríamos incrementar nuestras reservas de gas estableciendo cuánto tenemos y asegurarnos la existencia del energético para instalar industrias, atender a las hoy existentes, cubrir las necesidades domiciliarias, etc., y no estar atenidos a “exportaciones que redundan en más dinero” pero a costa de las necesidades nacionales.
Nos jactamos de tener mucho dinero y buscamos más dinero endeudando al país con la emisión de bonos; mayor contradicción no puede haber y el Gobierno tendría que examinar estas conductas que son contrarias a la lógica más elemental. Por otra parte, si buscamos dinero -que tendrá que venir al país acompañado de tecnología- son necesarias leyes que garanticen toda inversión, trabajo, producción y exportación, pero como fruto de las propias inversiones y no del dinero que se nos preste y que habrá de ser honrado con altos intereses.
La creencia de que con la emisión de bonos se “colocará en vitrina la condición económica del país” no es correcta; por el contrario, si nos prestamos es que necesitamos y, como no podemos generar ese dinero, recurrimos a endeudamientos mediante bonos que serán caros. Si somos “ricos” como se cree, seamos racionales en lo que debemos hacer; si los datos sobre la tenencia de dineros y reservas no se ajustan a realidades, habrá que decirlo. El país exige respuestas lógicas y coherentes porque es inconveniente jugar a la economía.
Para los recipiendarios será provechosa la emisión de bonos bolivianos que serán aprovechados por grandes empresarios foráneos para hacer frente a la crisis económica de varios países europeos. Es importante que se actúe con la mayor racionalidad; de otro modo, la emisión anunciada también incrementará los índices inflacionarios porque los intereses a ser pagados acrecentarán nuestras deudas y ellas implican inflación y mayor pobreza para el país.
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