Dependencia de una vivienda en alquiler afecta la calidad de vida

Los precios de los alquileres de las viviendas, principalmente en el eje central del país, subieron en más del 100% en los últimos años, lo que afecta la calidad de vida de las familias que dependen de ello que por lo general son personas de escasos recursos económicos.

De acuerdo con el sociólogo Raúl España, este fenómeno creció considerablemente en diferentes dimensiones, lo que no deja de ser una “carga” para el inquilino, quien debe soportar una deuda permanente. Esta situación no termina ahí debido a que la preocupación aumenta cuando cada año los propietarios de las viviendas van incrementado los precios de los alquileres y anticréticos por cuenta propia.

No importa cuál sea el tamaño del espacio en alquiler, dijo, porque desde una habitación que es tres por tres hasta un departamento o una casa, los precios experimentaron alzas de más del 100 por ciento.

“Esta problemática se presentó más claramente en los últimos tres años, siendo una de las causas para el bum de la construcción en el país. Pese al alza de los alquileres las nuevas edificaciones se elevaron considerablemente por la demanda de habitaciones, departamentos y casas, por otra parte, la oferta de ambientes en anticrético está desapareciendo, ahora es raro conseguir habitaciones en anticrético, los dueños prefieren alquilar, por ser una modalidad más lucrativa”, expresó.

EL DIARIO dio un recorrido por algunas zonas de la cuidad de La Paz y El Alto, donde se pudo evidenciar que, principalmente, en las zonas periurbanas existen varias familias que están sometidas en viviendas alquiladas. Estas familias sólo alquilan una o dos habitaciones, cada una entre 400 y 600 bolivianos, donde deben habitar cuatro o cinco componentes de la familia, porque sus recursos económicos no les permiten alquilar una pieza más extensa que sea acorde a las necesidades de la persona.

También existen casas donde habitan puro inquilinos. Se encontró una vivienda en la zona de La Portada, con más de 10 inquilinos. La característica de los espacios consiste en una habitación de cuatro por cinco metros cuadrados, más una pequeña pieza de dos por tres, a lado para uso de cocina, ambos con un precio de 700 bolivianos.