Los niños dicen que la calle es ahora su hogar

En un recorrido por inmediaciones de Villa Dolores y Río Seco, EL DIARIO logró conversar con tres jóvenes que viven en la calle quienes confirman que ésta se convirtió en su hogar luego de que tuvieron que huir de su núcleo familiar por los golpes que recibían.

María, nombre ficticio de una menor de edad, fue una de las entrevistadas, ella afirma que no tiene padre y que su abuelo era quien más la reprendía con el quinsacharani (látigo de cinco puntas hecho de cuero), cada que no hacia su tarea o esta estaba mal hecha. “Mi mamá nunca paraba en casa porque trabajaba en el puesto de venta y como tenía que cuidar a mi hermano de tres años y hacer mi tarea, casi todos los días mi abuelo era quien más me pegaba y se quejaba a mi mamá en la noche y ella igual me castigaba, es por eso que cuando perdí el año decidí no volver a casa, ahora estoy con mis amigos y estoy bien”, afirmó.

Mientras María hablaba brevemente Juan, uno de sus compañeros, reía y sólo decía “eso siempre preguntan, por qué estamos en la calle, pero a quién le importa”.

Al ser consultado de cómo llegó él a vivir en estas condiciones, sólo dijo, “a mi madre le pegaba mucho mi padrastro y un día yo la defendí, creo que lo mate, no sé pero agarre el cuchillo de la cocina y sólo vi cuando la parte del fierro se perdió en su ropa, por eso escape y ahora ellos son mis hermanos”, explicó.