Pbro. Dr. Luis Rojas C.
Hasta dónde hemos llegado, unos dicen que el llamado Tratado de Paz y Amistad de 1904 es válido y está vigente, aunque Chile no lo cumple; según otros, hay que revisarlo. Al fin: ¿cómo es?
Si respetamos la lógica de la realidad, la jurisprudencia universal y el derecho natural, el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia es NULO, porque fue impuesto por la fuerza bruta de un ejército permanentemente bien armado (Edgar Zambrana J., EL DIARIO, 1-6-2012) o, como dice el Vicepresidente: fue “un convenio firmado a punta de bala y de amenaza de nueva invasión”. Bolivia se vio ante la conminatoria de “guerra o tratado”. No fue libre para oponerse, sobre todo si tenemos en cuenta su absoluta incapacidad bélica de esos tiempos. Al Presidente de Chile debía darle vergüenza esgrimir la validez de este tratado.
Pero no está demás decir que en Bolivia debíamos tener más cuidado en el tratamiento de este tema trascendental. El Presidente afirmó que “El Tratado de 1904 ya no está vigente, está muerto (El Mercurio, 15-6-2012)”, pero al poco tiempo (lo hemos oído), el Canciller afirmó reiteradamente que el Tratado de 1904 está vigente, sólo que Chile lo incumple.
Entre bolivianos no debía haber desacuerdo en cuanto a la VERDAD histórica, pero en este caso la contradicción es manifiesta. Por un lado, si el tratado está muerto, ya no existe, pero por otro, está vigente, entonces existe, ¿cómo es?
Es de ley natural y de derecho universal que en un contrato o tratado, si se descubre o se prueba que una de las partes carece de libertad, el tratado o contrato es NULO. Este es el caso de Bolivia con el Tratado de Paz y Amistad de 1904. Ante la amenaza de “guerra o tratado”, Bolivia no podía oponerse y Chile le hizo firmar lo que le dio la gana.
La prueba de que este tratado es NULO es que Chile lo ha modificado 4 veces. En consecuencia, miente el presidente Sebastián Piñera cuando afirma que los tratados son inamovibles.
Pasando a otro punto, como dice el Sr. Pablo Jiménez Soza, “Bolivia nunca fue mediterráneo sino con motivo de la Guerra del Pacífico (La Patria, 3-6-2012). Es conveniente también poner de manifiesto que “El mar con sus islas e islotes en nuestra costa del Pacífico, no está incluido en el Tratado de 1904 (Rodolfo Becerra, EL DIARIO, 4-7-2012).
Por las verdades indicadas en este trabajo, que no se las puede modificar, le decimos al Presidente chileno que puede nomás amenazar con todos los ejércitos del mundo, no hay miedo. La razón es que, con todo el poder del que hace gala, jamás hará que exista lo que no existe. El Tratado de 1904 no existe porque es nulo.
Por todo lo dicho, lo racional sería que Bolivia y Chile, como hermanos, se sentaran alrededor de una mesa no para discutir sobre un tratado que no existe, sino para elaborar un tratado en el que todos ganen y ninguno pierda. Téngase en cuenta que, según algunos pronósticos, una América de Sur integrada será el futuro del mundo. Por otro lado: unos cuantos kilómetros de costa en el Pacífico, otorgados a Bolivia, no perjudican a Chile ni al Perú. Lo cierto es que nuestro país ha demostrado a través de la historia que es un buen vecino.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |