OPINIÓN
Parece que de una u otra forma todos entendieron cuales son las necesidades que tenemos como selección nacional, que para nada acompañan a las oportunidades que se encuentran para conseguir partidos amistosos.
El empate contra Perú con un equipo que no funcionó terminó siendo fruto de la presentación de un elenco que en el ideario del cuerpo técnico iba a rendir y terminó provocando cambios sobre la marcha, quedando expuestas las equivocaciones o por lo menos desnudaron una realidad que, en la cancha y a los quince minutos del partido oficial, gritaba desesperadamente cambios básicos.
En esa oportunidad, nos percatamos de la urgente necesidad de conseguir partidos amistosos, los cuales sirven justamente para probar a jugadores y rendimientos. Coincidiremos todos que hay excelentes jugadores muy jóvenes que tienen que ir cumpliendo procesos de amoldamiento dentro de la selección, uno supone que es ponerse la camiseta, entrenar una semana y listo… a jugar.
Evidentemente esto no es así, el colocarse la camiseta de la selección nacional tiene nomás su peso específico, estar como titular escuchando las estrofas del himno nacional shockea y emociona, el jugar ante 30.000 espectadores presiona, y a más de uno el pánico escénico le provocó estragos en la primera parte de aquel partido. si recuerdan en la segunda parte la historia fue totalmente diferente, cambió la actitud, se cubrieron espacios con personalidad, la mirada cambió hasta conseguir el empate y faltó tiempo para dar vuelta el marcador. La explicación para nosotros era simple, los nuevos, se pusieron nerviosos y no rindieron la cuarta parte de lo que demostraban al cuerpo técnico las prácticas previas. No nos empantanemos en el terreno fangoso del manejo de hipótesis sobre que hubiera pasado si… porque no llegaremos a ningún lado. Sí podemos asegurar que otra sería la historia si se hubiera tenido un partido amistoso previo que ayude a darse cuenta de las falencias.
Del peso o los kilates del rival ya no se habla, por fin se entendió que con el nivel que tenemos no se puede pretender jugar un amistoso con Alemania, esto sirve para recordar lo mucho que se tiene que trabajar para volver a ser una selección interesante para que acepten nuestras invitaciones los de mayor peso.
Hay que aprovechar cada oportunidad que se presente para ensayar y probar a quienes se consideren como elementos importantes y aporten a la selección; no sólo en esta coyuntura sino para la próxima eliminatoria. De esta manera, el proceso de selección de jugadores será más efectivo, con márgenes de error cada vez menores, el universo de convocados, que de por si es diminuto, se ampliará a medida que los que tengan una oportunidad prueben su eficacia o por lo menos ingresen a la categoría de diamantes en bruto para trabajar sobre ellos.
Festejo este choque contra Costa Rica, porque es lo que desde esta tribuna siempre pedimos, la mayor cantidad de partidos para tener un grupo mañudo, experimentado y con muchos recorrido para encarar un camino a Rusia 2018. Que es en Santa Cruz… no importa, igual sirve, después veremos si los mismos rinden igual en la altura. Si lo hacen, una maravilla, si no por lo menos sabremos que no sin perder tiempo.
En fin, veamos que pasará esta noche.
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