Las masas en defensa de la propiedad

El proyecto de Ley remitido por el Órgano Ejecutivo al Legislativo bajo el título eufemístico de “Extinción de dominio de bienes privados al Estado” (que en realidad debió llamarse de “Anulación de la propiedad privada”), no ha podido menos que provocar una reacción enérgica de grandes masas de la población. Una primera a nivel nacional hace 15 días y una segunda a principios de esta semana en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba. En ambos casos, se trató de manifestaciones de grandes grupos de trabajadores destinadas a defender la propiedad privada de bienes, condición amenazada de ser anulada en caso de tener relaciones con el contrabando y el narcotráfico.

En particular las acciones masivas del martes pasado fueron de gran magnitud y paralizaron los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz. Tuvieron participación en ellas numerosos sectores de trabajadores, en algunos casos bajo convocatoria de las Centrales obreras locales, pero con la concurrencia especial de grupos sociales preponderantes como son los choferes, gremiales y productores pequeños en general.

El contundente paro general en esos departamentos -con apoyo moral de los trabajadores de La Paz- se produjo pese a que el aludido proyecto de Ley había sido “congelado” en su tratamiento en la Cámara de Diputados, lo cual originó que la Presidencia del Estado decida suspender el estudio de ese proyecto en la instancia parlamentaria, para que previamente sea considerado por el Tribunal Constitucional.

Esas manifestaciones de masas constituyeron en todo caso una reacción popular contra un proyecto de anular la propiedad privada y de no ser actitudes serenas de sus dirigentes podría haber alcanzado niveles mayores a los que se registraron hace meses con motivo del “decretazo” conocido como “gasolinazo”, que tuvo que ser suspendido y archivado en forma definitiva por el Gobierno.

La reacción masiva de choferes, gremiales, transportistas, profesionales y otros sectores sociales tuvo particular resonancia en las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz, donde además de suspender actividades se amplió al bloqueo de calles y caminos, determinando, en esa forma, una acción de grandes alcances que revela que el pueblo boliviano tiene un profundo y arraigado sentido de la propiedad privada y que de ninguna manera permitirá que le sea arrebatado con pretextos aparentes y que están garantizados por la Constitución.

El pueblo reaccionó en esa forma no contra la lucha contra el narcotráfico y el contrabando, ni muchísimo menos, sino en defensa del derecho de propiedad. Demandó, al mismo tiempo, que los contrabandistas y narcotraficantes sufran sanciones en forma condigna, pero que recaigan sobre ellos y no sobre personas que nada tienen que ver con esos delitos, como propuso el proyecto de marras que, al parecer, no es sino una forma engañosa de atentar contra el principio universal de la propiedad privada, que no pudo ser afectado ni por las más feroces dictaduras.

En todo caso, se debe tener en cuenta que las acciones de masas de los trabajadores contra el proyecto de Extinción de dominio de bienes a favor del Estado, tienen un contenido histórico que debe ser tomado en cuenta en el devenir del país.