Un nuevo libro sobre economía es el recientemente presentado por Rolando Morales Anaya, destacado profesional, bajo el coauspicio de un “think tank” importante en nuestro medio, el INESAD, cuyo título: “El desarrollo visto desde el Sur”, refleja el interés del autor por proporcionar el enfoque de un profesional, una vista a la política económica proveniente de un país en vías de desarrollo, eufemismo utilizado en la actualidad para caracterizar a los países que, como Bolivia, son subdesarrollados, esto es, países exportadores de productos primarios, escasa diversificación económica y altos índices de pobreza.
Este aporte intelectual, junto a “Historia Económica”, libro reciente de Flavio Machicado Saravia, y “Economía Monetaria” de Armando Méndez Morales, son sin duda contribuciones valiosas para entender la historia y el estado actual de la economía nacional. Tal como anota Rolando, el libro está dedicado “a mis estudiantes, esperando se inspiren en él cuando les toque gobernar”, y se podría añadir para que los actuales responsables de la conducción de la política económica lo lean para contribuir a una mejor conducción de nuestra política económica.
Este nuevo libro que resume en cierta forma la trayectoria del docente y del intelectual interesado en la política -general y económica- del país, es en primer lugar un buen texto de Micro y Macroeconomía, apuntando a señalar las variables económicas que son utilizadas y cómo deberían aplicarse para contribuir al crecimiento económico, así como a las políticas de desarrollo económico y social, mediante la interacción de los agentes públicos (Gobierno) y sociales (productores y consumidores).
Pero lo más destacable, en mi opinión, para un economista especializado en econometría, la cual está de moda y con mayor énfasis en la enseñanza de la economía en las distintas universidades del país, es la importancia que Rolando asigna a los factores institucionales. Como él señala: “la economía tiene como uno de sus problemas fundamentales descubrir los factores que inciden en la generación de ingresos y creación de riqueza”. Para ello la combinación en el uso más eficiente del capital natural, capital social y capital humano es esencial para que las sociedades humanas se desarrollen.
Pero para ello se requiere “consensos y constitución de sociedades”, ya que citando a Elías -“El proceso de la civilización”’-, “los hombres no son individuos aislados ni la sociedad un ente ajeno a ellos, sino que ligan a través de “Cadenas invisibles” que forman la verdadera urdimbre social”. Con ese propósito, nuestro investigador se adentra en los temas del contrato social, ya que ese contrato permite definir las reglas de juego que ponen orden en toda sociedad.
Entonces sintetiza su idea señalando que “el objetivo económico del contrato social puede resumirse en tres conceptos: crecimiento económico, equidad y solidaridad”. Pero para lograrlo se requiere “pactos primordiales” que conduzcan a la Democracia, entendida ésta como deseable en la organización del Estado en la medida que implica el ejercicio de las libertades ciudadanas”.
Como se puede apreciar, no se trata tan sólo de un texto de economía, sino que va más allá con una visión de política más amplia, a la cual nos referiremos en una próxima entrega.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |