La 13º versión del Grammy Latino marcó un hito en la historia de la música boliviana. Con la participación de Eddy Navia, la música nacional traspasó nuevamente fronteras y entró en el corazón mismo de los prestigiosos premios que reconocen la excelencia artística y técnica en las artes y ciencias de la música grabada, mediante votaciones entre pares.
Navia compitió el pasado jueves 15 de noviembre en la categoría de folclore, con el álbum Piano & Charango compitiendo con Luciano Pereyra (Argentina), Reynaldo Armas (Venezuela), Eva Ayllón (Perú) e Inti-Illimani Histórico (Chile). Este álbum fue grabado junto al músico cubano Dionisio Jesús, más conocido como “Chucho Valdés”.
Pese ha no haber ganado este reconocimiento, el ex integrante de Savia Andina, reconoce ésta como una experiencia positiva. En contacto telefónico con El Deber, el reconocido músico destacó que la numerosa comunidad mexicana, el “nombre muy grande” de Lila Downs en la música y el cine, además de su sello Sony hicieron la contienda más difícil para los sudamericanos nominados.
El disco que realizó en colaboración con el destacado pianista se caracteriza por el alto contenido de música boliviana, en la que además se fusionan ritmos de jazz y música caribeña. Por otra parte, se hace especial mención de un Solo de piano del caribeño que brinda un efecto renovador al disco.
El músico nació en Potosí el 6 de septiembre de 1949. Sus primeros pasos en la música fueron junto al guitarrista Gerardo Arias, también potosino, en el grupo Los Rebeldes. Esta agrupación se convertiría años más tarde en Savia Andina. Desde 1995, Navia se alejó del grupo Savia Andina y decidió vivir en Estados Unidos. En este país dio vida al grupo Sukay junto al músico Alcides Mejía. Esta agrupación sólo tuvo cuatro años de vida. Durante esto años, fue reconocido por la Sociedad Boliviana del Charango y la Alcaldía Municipal de La Paz en el II Congreso Nacional de Charanguistas durante 1997.