Conocer el valor del tiempo permite a los niños planificar bien sus vacaciones

El aprovechamiento del tiempo es una asignatura pendiente y un aprendizaje más que se debe proporcionar a los hijos. En principio, para los niños el tiempo no suele ser importante por lo cual es necesario enseñarles su valoración para que aprendan a organizar su día a día y así aprovecharlo más. Es usual que los niños tengan mucha facilidad para perder el tiempo, situación que espositiva si se trata de un descanso o una terapia puntual, sin embargo ésta no debe convertirse en una costumbre.

El psicólogo y psicoanalista, Alvaro Barrios Requena, considera que es importante conversar con los hijos y reconocer cuáles son sus intereses, de todos modos el experto apunta que los niños conocen poco del mundo y las cosas que pueden elegir, por lo cual es bueno ofrecer una variada gama de actividades posibles, sugerírselas e indicarles qué lograrán con ello y para qué les servirá.

De tal modo, las actividades elegidas serán mejor aceptadas por los niños, si éstas son acordes con sus intereses y no sólo el interés de los padres. Como una forma de promover la creatividad, la inteligencia y la salud en general se podrán ocupar al niño en actividades relacionadas con las artes, la tecnología, la ciencia, el deporte, los idiomas, entre otros.

En este sentido, la responsabilidad de los padres, se enmarca en dos líneas de acción. La primera es promover en el niño hábitos y costumbres, con actividades que lo habitúen a tener la mente y el cuerpo ocupados y productivos. El segundo lineamiento implica enseñar a los hijos a “Elegir”, pues si los padres son los que eligen por los niños, estos no aprenderán a tomar decisiones.

En opinión de Barrios es importante que el niño obtenga algún incentivo por el buen empleo de su tiempo libre, ello promoverá entusiasmo e interés para realizar mayores tareas productivas; estos (los incentivos) pueden presentarse por actividad lograda, por tiempo o por esfuerzo. Este incentivo debe ser ni muy fácil, ni muy difícil de lograr. Un incentivo fácil carece de importancia y un incentivo difícil, suele producir frustraciones.

Para el especialista el reconocer, aplaudir o felicitar por los logros alcanzados, además de felicitar cada actividad del menor, produce sentimientos de bienestar y suele funcionar también como incentivo.

Por su parte, José Barrón, experto en temas educativos, considera que es importante orientar a los hijos para que aprendan a ocupar su tiempo libre, es una necesidad básica que permite realizar una serie de actividades con las que disfrutan, aprenden, abren nuevos campos, se relacionan, creando o descubriendo capacidades aún no exploradas.

Para el educador, la jornada escolar debe completarse con las “actividades extraescolares”. Éstas pueden ser útiles porque sirven para desarrollar destrezas y habilidades de los niños en distintas áreas de las artes y el deporte. Los padres no deben olvidar que si se fuerza o se manipula a un niño para que realice una actividad que no le atrae, es bastante probable que el interés por ella disminuya en poco tiempo y acabe odiando dicha actividad.

La misión de los padres debe estar dirigida a mostrarles distintas posibilidades, ya sean deportivas, artísticas, siempre teniendo en cuenta las necesidades e intereses de los hijos. Conviene tener claro, a la hora de elegir actividades, que los padres no pueden trasladar a los niños sus propias frustraciones y pretender que hagan aquello que a ellos les hubiera gustado hacer.

También es preciso recordar la importancia de reservar un tiempo, exclusivo y diario, para que los hijos se relacionen y hagan cosas con sus padres y, así, cuidar el campo emocional, que finalmente repercutirá en las relaciones familiares.