Se llama música indígena australiana a aquella producida por los aborígenes australianos y los isleños del Estrecho de Torres, que habitan esas tierras desde hace varios milenios, por lo menos 40.000 años, o quizá más.
La cultura a que han dado lugar estos pueblos se encuentra en estrecha armonía con su medio ambiente, del que se sienten parte (¿acaso los occidentales no lo somos también?). En esa lógica de compenetración, la música es una imitación de los sonidos naturales del medio que habitan. El instrumento característico de esta producción es el didgeridoo.
El didgeridoo (o didjeridu) es un instrumento de viento que se cree pueda ser el aerófono más antiguo del mundo. No hay fuentes confiables que indiquen su edad exacta. Los estudios arqueológicos de arte rupestre en el norte de Australia sugieren que la gente del Kakadu, región del Territorio del Norte, ha estado utilizando el didgeridoo por menos de 1.500 años, en base a la datación de las pinturas en las paredes de cuevas y refugios de este período. La pintura de la roca clara en Ginga Wardelirrhmeng, en el extremo norte de la Tierra de Arnhemmeseta, desde la época de agua dulce muestra a un jugador didgeridoo y dos Songmen que participan en una ceremonia de Ubarr.
Generalmente mide entre 1,2 y 1,6 metros de largo, y se fabrica a partir de una rama o el tronco de un árbol, cuyo interior ha sido devorado por las termitas y está hueco. La parte más complicada es encontrar el árbol que sirva para fabricar este instrumento. El hueco que hayan dejado las termitas no puede ser ni muy grande ni muy pequeño ya que esto convertirá al instrumento en defectuoso. Se quita la corteza del tronco y la madera se limpia con un palo o carbón caliente y se decora con dibujos. En tiempos modernos, se aplica un borde grueso de cera de abeja a la boquilla para asegurarse de que se forma un cierre hermético. Pero tradicionalmente no era el caso.
La palabra ‘Didgeridoo’ se considera un término onomatopéyico de invención moderna, basada en el sonido grave y resonante que el instrumento produce. El didgeridoo es un instrumento poco común por el hecho de que se toca haciendo vibrar los labios de manera continua, y para perfeccionar el método hay que aprender una técnica de respiración especial llamada respiración circular. Esto requiere el inspirar a través de la nariz al mismo tiempo que se expulsa el aire por la boca utilizando las mejillas y la lengua. De esta forma, un músico experimentado puede reponer el aire en sus pulmones sin romper la nota. Para cuando el aire en la boca está a punto de terminarse, el músico puede comenzar a expirar desde los pulmones de nuevo, dispuesto a repetir el proceso. Con práctica, un músico puede mantener la nota todo el tiempo que lo desee.
El didgeridoo es una parte integral de la vida ceremonial, y acompaña a cantantes y bailarines en los rituales religiosos. Las baquetas establecen el ritmo de las canciones y el ritmo del didgeridoo y el de las baquetas es muy preciso. Estos ritmos han sido pasados de generación a generación. Sólo los hombres tocan el didgeridoo y cantan durante las ceremonias religiosas, mientras que mujeres y hombres bailan. Esto no significa que sea tabú para las mujeres el tocar un didgeridoo, es sólo un mito. De hecho, ha habido algunas mujeres aborígenes que han conseguido el éxito tocando el didgeridoo. Pero durante una ceremonia esto se tiene que dejar para los hombres de la tribu.
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