Después de ocho años de trabajo, los investigadores del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) lanzaron al mercado nacional una nueva variedad de beterraga denominada “Caperucita” con un rendimiento de 20 a 30 toneladas por hectárea (t/h), cuando el rendimiento nacional está en las 5t/h.
La beterraga está entre las hortalizas más importantes en la dieta diaria de los bolivianos por sus altos contenidos de vitaminas, minerales proteínas y carbohidratos, lo por lo que el objetivo de esta investigación es mejorar la calidad del producto y bajar los costos de la semilla certificada, según una nota de prensa del Iniaf.
El municipio de Capinota, en Cochabamba, donde se liberó la variedad denominada “Caperucita”, tenemos ya 500 hilos de semilla para ser comercializada a un costo de 110 bolivianos el balde de 1 kilogramo, cuando el mismo peso de semilla importada cuesta 160 bolivianos y que a corto plazo consumamos nuestro producto con mejores posibilidades que las importadas ”, explicó el director del Iniaf, Lucio Tito.
La nueva variedad es parte de la seguridad y soberanía alimentaria del país y en ese marco la investigación buscó, principalmente, tener un producto de alto rendimiento, que se pueda cosechar hasta cuatro veces al año, de buen peso, atractiva en color para la cocina, que guarde todas las características de vitaminas y minerales y que el productor pueda, al tener semilla certificada,incrementar sus rendimientos y que se traduzca en mayores ingresos económicos para su familia, detalló la autoridad.
Los investigadores del INIAF trabajaron con los productores de Capinota en sus mismas parcelas durante ocho años, probando e intercambiando varios tipos de beterragas, para que los mismos productores evalúen el trabajo y sean testigos de la evolución de las investigaciones.
Posteriormente y después de ocho años se lograron liberar está variedad, que frente a las beterragas importadas “tiene mejor comportamiento, cuando se pisa al cosechar no se daña, al tener como padres a beterragas criollas puede resistir a las heladas o a la falta de agua y se pùede cosechar hasta cuatro veces al año, que en dinero significa un crecimiento significativo para nuestras familias dedicadas a las hortalizas”, dijo un productor de la región.