Se termina la libre oferta y demanda y comienza el control estatal
Mediante el anteproyecto de la Ley de Bancos, el Gobierno quiere que las entidades financieras destinen una parte de sus ganancias a “función social”.
De aprobarse la nueva Ley de Bancos sin modificaciones, cuyo anteproyecto todavía está en discusión, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), regulará las tasas pasivas y activas del sistema bancario, adelantó el ministro de Economía Luis Arce.
Por otra parte, según el anteproyecto de Ley de Bancos, las entidades de intermediación financiera destinarán anualmente un porcentaje de sus utilidades, para fines de cumplimiento de una función social, las mismas que deberán aplicarse principalmente al desarrollo productivo del área rural.
El Ministro explicó que la ASFI controlará las dos tasas que rigen en el mercado financiero, así como los futuros contratos de obtención de créditos bancarios para: “dejar de lado la libre oferta y demanda de los banqueros”, mejorando las condiciones para obtener un crédito del sistema financiero.
La tasa de interés activa es el porcentaje que los bancos cobran por los créditos; mientras que la tasa de interés pasiva es la que las entidades financieras pagan a los depósitos administrados en cuentas y cajas de ahorro.
GANANCIAS
“Los bancos han hecho muchísimas ganancias. 240, 260, 280 millones de dólares es nuestro cálculo para este año que van a ganar los bancos y eso, ¿de dónde viene esa plata? ¿De dónde viene la ganancia de los bancos? Uno, de las cuentas, por supuesto, es lo poco que le pagan al que deposita su dinero en los bancos y le cobran más caro, por supuesto, a quienes se prestan de los bancos, esa diferencia va a parar al bolsillo del sistema financiero. Por eso planteamos, en la Ley, que las tasas de interés estén reguladas por el Estado”, dijo en conferencia de prensa.
“Para que nadie pague menos de un ‘x’ porcentaje en todo el sistema financiero. En lo referente al crédito productivo y al crédito de vivienda social, por supuesto va a tener que ser regulada, porque es un objetivo del Gobierno central incentivar y fomentar el aparato productivo y la vivienda social en el país”, aclaró.
Según Arce, lo que se busca con la nueva Ley de Bancos es equilibrar el favoritismo que a su criterio, existe en la actual norma hacia el oferente de servicios financieros, en detrimento de la persona que utiliza estos servicios.
Afirmó que la actual Ley de Bancos tiene “un sesgo”, ante el usuario final que “tenía que someterse a la dictadura de quienes ofrecían los servicios financieros”.
Puntualizó que el Proyecto de Ley de Bancos busca “recuperar todos los derechos del consumidor de servicios financieros y ponerlos en la Ley”.
SIN LETRA CHICA
El proyecto de la nueva Ley de Bancos tiene dos características fundamentales según el ministro: una preservar ésta estabilidad macrofinanciera, macroeconómica y, en segundo lugar, mejorar los derechos de quienes utilizan los servicios financieros en todas las instancias en nuestro país.
Otro objetivo que se pretende aplicar con la nueva Ley de Bancos es el cambio de los contratos.
A manera de ejemplo, refirió que también los contratos serán revisados, “esos documentos tienen una parte con letras tan pequeñas, que el usuario no tiene oportunidad de leer lo que firma”, ejemplificó.
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