Copa Mundial de la FIFA Chile 1962

Brasil vuela alto con el “pajarito” Garrincha



Checoslovaquia, un equipo extraordinario, no pudo ganar el Mundial de Chile debido a que se encontró con un formidable equipo brasileño, de todas formas entró en la historia.

Otro triunfo brasileño, y eso que Pelé jugó sólo en el primer encuentro, contra México, antes de lesionarse. En la final de Santiago, Brasil venció a Che­cos­lo­vaquia por 3-1, con goles de Amarildo, Zito y Vava. En este torneo se presenció uno de los partidos más destacados de la historia de la Copa Mundial de la FIFA™, la Batalla de Santiago entre Italia y Chile, en la que dos italianos fueron expulsados y uno acabó con la nariz rota tras recibir un poderoso iz­quier­dazo de un jugador chileno.

BRASIL REVALIDA EL TÍTULO

En Chile, al pie de los Andes, Brasil se hizo con su segundo Mundial con­se­cu­tivo, a pesar de la ausencia de Pelé en el equipo. Sin embargo, esta séptima Copa Mundial de la FIFA se recuerda por la dureza con la que se empezó a practicar el fútbol.

Después de dos torneos consecutivos celebrados en Europa (Suiza 1954 y Suecia 1958), el Mundial regresó a Sudamérica doce años después de disputarse en Brasil. La elección de Chile por parte de la FIFA, sin embargo, extrañó a más de uno, y hubo quienes consideraron que el país no disponía de las infraestructuras adecuadas (es­tadios, carreteras de acceso o ca­pa­ci­dad) y que era incapaz de albergar un acontecimiento de semejantes di­men­sio­nes. Cincuenta y seis selecciones (nuevo récord) participaron en la fase de clasificación. Allí cayeron Francia y Suecia, dos de los pesos pesados del torneo de 1958. Desgraciadamente, muchos de los partidos de la primera vuelta de este Mundial 1962, como el URSS-Yugoslavia, Chile-Italia y Ale­ma­nia Occidental-Suiza, se estropearon por culpa del exceso de violencia de los jugadores de uno y otro bando. El lado feo del fútbol había asomado la cabeza por primera vez en una Copa Mundial de la FIFA, y de forma par­ti­cu­larmente perceptible, ya que los cam­peo­nes brasileños, con problemas para encontrar su ritmo, no pudieron exhibir su chispeante estilo de juego. La lesión sufrida por Pelé contra Yugoslavia no facilitó las cosas. El astro del Mundial de 1958 salió cojeando del torneo de 1962 tras una lesión muscular sufrida contra Checoslovaquia. A pesar de todo, los brasileños, dirigidos por Garrincha y Zagallo, aunque menos arrolladores que en Suecia, lograron clasificarse para los cuartos de final, cosa que no harían ni Uruguay ni Argentina ni Italia.

LA SORPRESA CHECOSLOVACA

La sensación del torneo se produjo en cuartos de final cuando Chile, la nación anfitriona, derrotó a la URSS por 2-1 y todo el país se lanzó a las calles para celebrarlo. La alegría chilena duró poco, sin embargo, porque en la semifinal los brasileños demostraron ser superiores. De esta manera, Brasil se clasificó para su segunda final consecutiva. Sus con­tendientes por el título fueron los che­cos­lovacos, que habían dado la sor­pre­sa al derrotar a Yugoslavia en la otra semifinal.

Checoslovaquia ya había empatado a cero contra Brasil en la primera vuelta y había vencido portentosamente a Hungría en cuartos de final, después de que los húngaros estrellaran el es­féri­co en el palo al menos cuatro veces. Contra todo pronóstico, fueron los che­coslovacos los que se adelantaron en la final, antes de que los brasileños igualaran el partido dos minutos más tarde y marcaran dos tantos más para confirmar la maravilla: la reconquista del título fue la hazaña de un equipo compuesto por nueve de los jugadores que habían participado en la victoria de 1958. Así fue como Brasil se unió a Italia y a Uruguay en la honorable lista de las naciones que, habían ganado el trofeo Jules Rimet en 2 ocasiones.

Brasil sólo recurrió a 12 jugadores, todavía una marca, durante su campaña victoriosa. Se convirtió también en el equipo de mayor edad que ha levantado el Trofeo de la Copa Mundial de la FIFA.

Después de conceder un gol ante Chile, Lev Yashin se vio sorprendido por el abrazo de Eladio Rojas, que se emocionó al batir al coloso soviético.

En un duelo de cuartos contra Brasil, Jimmy Greaves pagó cara su audacia de atrapar a un perro que había saltado al campo: le orinó en la camiseta de Inglaterra.

Perdiendo 4-1 a falta de 25 minutos para el final del choque, Marcos Coll marcó un gol di­rec­ta­men­te de un saque de esquina, que permitió a Colombia arañar un heroico empate a 4-4 con la Unión Soviética.

Alfredo Di Stéfano formó parte del once español de Helenio Herrera, Omar Sivori jugó con Italia, y Adolfo Pedernera entrenó a Colombia. Todos ellos habían nacido en Argentina.

A propósito de Di Stéfano la prensa consideraba a la saeta rubia como el máximo adversario de “El Rey Pelé”, pero el naturalizado español no respondió a la altura del desafío planteado.

Equipos: 16

Fecha: 30 mayo 1962 hasta 17 junio 1962

Final: 17 junio 1962

Partidos: 32

Goles: 89 (promedio de 2.8 por partido)

Asistencia: 899.074 espectadores

Ganador: Brasil

Segundo: Checoslovaquia

Tercero: Chile

Cuarto: Yugoslavia

Botín de Oro: Florian ALBERT (HUN)

 
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