ANP informa sobre agresiones registradas contra periodistas durante la gestión 2012

La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) informó ayer que durante esta gestión se registraron tres asesinatos a periodistas, así como 15 agresiones físicas, 14 amenazas verbales y un atentado contra un medio de comunicación. El director ejecutivo de esta organización, Juan León Cornejo, pidió a las autoridades esclarecer estos casos pues con la retardación en las investigaciones se pone en riesgo la seguridad del gremio informativo.

León Cornejo detalló los últimos casos denunciados a la ANP con especial énfasis en el asesinato del radialista Carlos Quispe, que fue ajusticiado a golpes en 2008, durante la ocupación violenta de radio Municipal en Pucarani y cuya investigación nunca avanzó.

Dentro de los recientes hechos figuran el atentado e intento de asesinato al periodista de Radio Popular de Yacuiba, Fernando Vidal, y su auxiliar Karen Anze. Los móviles no han sido esclarecidos y llamó la atención que las víctimas con serias quemaduras no hayan recibido la atención inmediata de la Fiscalía.

El ejecutivo de la prensa pidió reflexión a la sociedad, pues en caso de existir informaciones contrarias a los intereses de grupos y que crean haber sido “denigrados” pueden acudir a los tribunales respectivos, que actuarán mediante la Ley de Imprenta, sancionando a los periodistas que incurran en faltas a la ética, incluso remitiendo los casos a la jurisdicción ordinaria.

En el caso de la confiscación de equipos en canal 33 de Cochabamba, de propiedad de la comunicadora Marianela Montenegro, con el uso de agentes químicos y brutalidad policial, León Cornejo dijo que en su momento la ANP se pronunció criticando los espacios de debate de la citada presentadora, aunque esto no evitó que se utilice la violencia como argumento para acallar la libertad de expresión.

“La ANP se pronunció criticando sus programas, pero a los pocos días hubo una intervención con violencia y según las denuncias que no llegaron hubo golpes de por medio y esa es una agresión física además de la captura de los medios físicos”, dijo.

“Estos casos deben esclarecerse porque si no se abren las puertas para que estos casos se repitan y que delincuentes potenciales agredan con impunidad a los periodistas”, finalizó el periodista.

En el año también se registró el asesinato y muerte de varios periodistas, entre ellos los hermanos Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, Eugenio Aduviri y el camarógrafo Diego Rossendy, aunque los indicios apuntan a diferenciar crímenes en el cumplimiento de la labor informativa y asuntos privados.

José Luis Murga, radialista y Ana Rosa Chávez, comunicadora, también partieron en un año de mucho luto para la prensa boliviana.