Ciudad del Vaticano.- Benedicto XVI celebró ayer el quinto consistorio de su pontificado en el que nombró seis nuevos cardenales, en una solemne ceremonia en la que dijo que la Iglesia es universal, ya que supera todo particularismo étnico y nacional, y en la que pidió a los purpurados fidelidad.
Ante varios miles de fieles reunidos en la basílica de San Pedro, el Papa nombró cardenales al arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar Gómez; al prefecto de la Casa Pontificia, James Harvey; al Patrirca de la Iglesia Maronita, Bechara Boutros Rai y a los arzobispos John Olorunfemi Onaiyekan (Abuja, Nigeria), Luis Antonio Tagle (Manila) y Baselios Cleemis Thottunkal (de la iglesia Siro Malankarese, India).
Con estos nombramientos, el Colegio Cardenalicio, el llamado “club más selecto del mundo”, queda compuesto por 211 purpurados de los que 120 pueden participar en un eventual cónclave para elegir Papa al tener menos de 80 años.
Los otros 91, como establece la normativa vaticana, aunque no pueden entrar en la Capilla Sixtina -lugar de los cónclaves- para elegir Pontífice, sí pueden ser elegidos. Los seis nuevos purpurados tienen menos de 80 años.
En el Colegio Cardenalicio están representados 66 países de los cinco continentes, lo que demuestra, dijo el Papa, la universalidad de la Iglesia.