También hubo Censo de yatiris

Después de haber sido censada en Quillacollo cumpliendo su deber de cochabambina, retornó a La Paz mi pariente espiritual, presentándose de inmediato en mi casa, sede de sus funciones más importantes, según manifestó a su abandonado compadre, este periodista, quien tuvo que dialogar durante tres días con sus sombras.

Entre sus comentarios más sabrosos me sorprendió al decirme: “Si todos los cochabambinos hubieran podido retornar a “la llajta” desde los lugares más recónditos del mundo para censarse, nuestra población sería en este momento mayor que la de La Paz, Santa Cruz y Bolivia toda...”, lo cual es verdad.

Le pregunté si había gastado mucho de “nuestro” dinero, asegurándome la cholita que no había incurrido en gastos excesivos porque sus paisanos le habían invitado casi todo, lo cual no me gustó mucho.

Sobre la realización de la encuesta poblacional y de vivienda, coincidimos plenamente en que existió deficiente organización en todo el país y Macacha me reiteró su convencimiento de que todo lo que hace el Gobierno es chueco y esconde intenciones electorales para continuar gobernando per sécula seculorum, aunque su deficiente pronunciación del latinajo daba a entender alguna cochinada o grosería.

Dispuestos a seguir viviendo, mi comadre me anunció que habíamos recibido una invitación del naiclú “Malena” para celebrar el éxito censal en la ciudad de El Alto, donde sus habitantes fueron censados dos veces, una en la ubre también llamada “urbe” y otra en sus comunidades agrarias situadas en el altiplano, donde también poseen viviendas campestres que visitan cada “uikend”.

Adivinando que en el “Malena” vería a mis amigos yatiris que siempre me dan noticias gubernamentales, dije a mi comadre cholita que iríamos a bailar al “Malena” y nos emperifollamos para tal efecto.

Allí encontramos a nuestros amigos yatiris que me dieron la sorprendente noticia de que en días pasados también se había celebrado un Censo de yatiris, brujos andinos que colaboran al presidente Evo en la difícil misión de gobernar a nuestro país.

Me pareció una noticia sensacional y pregunté a Calimán, Titirico y Huayruru los motivos de esta encuesta, respondiendo éste último: “Ya estamos en puertas del año 2013 y es urgente preparar las cosas para la reelección de Evo, por lo cual se hace preciso saber cuántos yatiris somos, dónde vivimos, y con qué recursos contamos”.

Titirico me contó que el Censo de yatiris fue hábilmente dirigido por el canciller David Choquehuanca, quien conoce mejor que todos acerca de la cosmovisión andina, donde había aprendido que Bolivia debe retirarse del Pacto Andino para ingresar al Mercosur, algo que sólo Choky, Evo, y el venezolano Hugo Chávez entienden.

Mi breve conversación con los yatiris me llevó a deducir que una andanada de leyes se nos viene encima y que sólo conocen los yatiris mejor informados.

Mi comadre rompió mi diálogo con los yatiris y me dijo que ella baila mejor que mis amigos mencionados.