Noticias insólitas

LO QUE CAUSA UNA BORRACHERA

Budapest, septiembre, 1993.- Un cazador ebrio de la provincia húngara de Nográd mató a su amigo creyendo que era un jabalí porque éste acurrucado entre la maleza y también en estado de embriaguez profunda, emitió sonidos parecidos al gruñido de este mamífero.

Tras haber bebido copiosamente, cinco cazadores, miembros del Club de Caza de Nográd (al Noreste de Budapest), decidieron ir de cacería nocturna a un bosque cercano.

Concluída la expedición, Attila Latorcal regresó al vehículo y cerca de él, en la oscuridad, divisó un bulto de unos 60 centímetros de alto que se movía lentamente y gruñía, por lo que sus disminuidas facultades le hicieron suponer que era un jabalí, al que apuntó y derribó.

En un primer momento, Latorca intentó ocultar lo sucedido y cuando se le acercaron sus otros compañeros dijo que había encontrado a su amigo con un tiro en la cabeza, versión que tuvo que rectificar más tarde cuando la policía se percató de que no se trataba de un suicidio. (EFE).

ASÍ ES LA NATURALEZA

Lisboa, mayo, 1994.- El pueblo portugués de Vale do Vargo (Alentejo) anda en revuelo porque una mula, animal biológicamente estéril, acaba de parir, decía el diario Público.

Según los habitantes del lugar, el recién nacido, que como la madre está bien, es fruto del ayuntamiento entre la mula y un asno rengo.

El dueño de la mula, Domingos Nunes, pensó que su bestia estaba enferma al ver que ésta engordaba, pero, al cabo de poco, se dio cuenta de que estaba preñada.

Nunes guardó silencio sobre el caso porque su mujer le ordenó callar para que no lo tomaran por loco. Sin embargo, la mula parió hace dos días delante de la Iglesia del pueblo.

Si bien muchos habitantes de Vale do Vargo creen que la mula es, en realidad, una yegua o una burra, Nunes no tiene dudas: su mula es una mula, hija de una yegua y un burro.

El diario informa que muchos españoles de la zona lindante acuden a Vale do Vargo para admirar el portento. (ANSA).

“LECCIONES” CON UNA BOMBA

Bonn, marzo, 1993.- Un estudiante de un instituto profesional de Nuremberg colocó una bomba de fabricación artesanal en el automóvil de su profesora de Inglés “para darle una lección”, según dijo el jovenzuelo.

La profesora, que le había puesto malas notas, estacionó el vehículo en un aparcadero junto a numerosos automóviles. El artefacto, al estallar en este sitio y en tales circunstancias, provocó numerosos daños, a tal punto que los cargos contra el estudiante son 24.

El estudiante de 22 años, confesó todo al inaugurarse el proceso y reconoció que el único objetivo que pretendía lograr colocando la bomba en el coche de su profesora no era otro que el de “dar una lección”, a quien consideraba la responsable del fracaso de su carrera universitaria.

Negó en absoluto que en aquella ocasión era el 22 de febrero del año pasado hubiera tenido la intención de matar a la profesora.

La explosión de la bomba un tubo cargado de pólvora incendiaria provocó daños a un albergue para extranjeros situado a 40 metros de distancia, para fortuna, nadie resultó herido.

La bomba estalló en el momento en que la profesora encendió los faroles de su automóvil.

El tribunal ha considerado conveniente someter al estudiante a un examen psiquiátrico. El proceso se reanudará después que se conozcan los resultados de tales examenes. (ANSA).