Solicitan apertura y comprensión al Estado
Los productores agropecuarios sostienen que el Gobierno debe ser consecuente porque prohíbe la producción de transgénicos, pero los productos elaborados en base a semillas genéticamente modificadas son importados sin restricción alguna.
La agroindustria nacional mediante la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) pidió ayer al Gobierno modificar varios artículos de la Ley de la Madre Tierra, por considerar que limita el uso de las semillas genéticamente mejoradas (transgénicas).
Por ejemplo, si se utilizaran semillas genéticamente mejoradas para producir algodón, se generarían miles de empleos sustituyendo la importación de algodón transgénico. Esta fue una de las conclusiones a las que llegó el Foro: “Biotecnología para una agricultura sostenible e inclusiva”, clausurado ayer en La Paz.
“Un Gobierno que prohíbe la producción transgénica debería ser consecuente prohibiendo importar transgénicos que se importan en gran cantidad y diversidad, tanto como materia prima como productos elaborados”, señala una de las conclusiones del evento.
También se puso como ejemplo el hecho de que si la biotecnología salva vidas (insulina para diabéticos) y nadie se opone a ella, tampoco debería haber una oposición para la biotecnología que ayuda a generar más y mejores alimentos, para enfrentar el hambre y las enfermedades.
PIDEN APERTURA
Al inaugurar el foro, el presidente de la Confeagro, Julio Roda, pidió al Gobierno “apertura y comprensión” a las peticiones del sector, al advertir la existencia de artículos de la Ley de la Madre Tierra que deben ser modificados porque “no obedecen a la realidad productiva, a las perspectivas del sector, así como al objetivo del Gobierno que nosotros compartimos plenamente de acabar con el hambre y la pobreza extrema para el año 2025”, aseveró.
“No estamos en desacuerdo con preservar los productos de los que somos centro de origen o diversidad; pero tenemos la necesidad urgente de incursionar en el uso de semillas genéticamente mejoradas de maíz y algodón; además de avanzar en otros eventos de soya, donde ya tenemos experiencia”, dijo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (Apia), Marcelo Traverso, advirtió la necesidad de invertir en la investigación y desarrollo de las nuevas tecnologías, además de impulsar una nueva legislación.
“Es imprescindible contar con una norma clara acerca de los procedimientos de registro y regulación de la biotecnología, y por su puesto, tenemos el derecho para aplicarla en beneficio no sólo de los productores, sino principalmente del país”, sostuvo.
Julio Roda enfatizó la necesidad de tener políticas sectoriales para el uso de semillas transgénicas en la producción de alimentos, al considerar que la producción resulta positiva para el medioambiente, con las técnicas de “siembra directa” y “rotación de cultivos”.
EXPOSICIÓN
En ese contexto el experto uruguayo Enzo Benech, compartió las exitosas experiencias en su país (Uruguay) en la producción de alimentos con el uso de semillas transgénicas, particularmente de soya y maíz y ponderó los beneficios del uso, así como de sus potencialidades.
“Un buen sistema regulatorio de bioseguridad centrado en la gestión de riesgos potenciales para la salud humana, animal y el medioambiente, para el buen uso de cultivos con semillas genéticamente mejoradas, con responsabilidad compartida público-privada, aportaría a combatir el hambre”, dijo.
Los expositores coincidieron en señalar que la solicitud a las autoridades para el uso de la biotecnología obedece a criterios técnicos como el riesgo de desabastecimiento de maíz en el país, que generaría problemas en el sector avícola, porcino, lechero y ganadero, por las dificultades para el control de plagas y malezas trabajando con semillas híbridas y convencionales.
El evento fue organizado por la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
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