Una medida calificada como excesiva e innecesaria por Marcela Martínez, madre de la desparecida Zarlet, muestra que el caso gira hacia otra dirección.
Ésta no sería la primera vez que irrumpen su domicilio con orden judicial, ya que antes se llevaron pertenencias de la secuestrada sin ningún consentimiento.
“La orden en sí ya es un signo de violencia porque nunca he negado que se pueda entrar a mi casa. Han invadido repetidamente, han visto, han hurgado, se han llevado cosas que no me las han devuelto todavía. Esta orden de allanamiento me parece excesiva”, señaló Martínez.
La madre de Zarlet asegura que lo que están buscando son pruebas para argumentar que ella no se llevaba bien con su hija. “Están buscando justificar su ineficiencia, culpar a la familia y no así a las personas que continúan comunicándose conmigo que dicen que todavía la tienen”, expresó Martínez.