Jerusalén.- El Gobierno israelí autorizó ayer la construcción de 3.000 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este en respuesta al reconocimiento de Palestina como Estado observador por parte de la Asamblea General de la ONU.
Además, el Ejecutivo israelí prepara un plan para construir miles de nuevas unidades de vivienda en la llamada área E1, que conecta Jerusalén Este con el gran asentamiento judío de Male Adumin, en Cisjordania ocupada, según los medios israelíes.
De llevarse a cabo este controvertido proyecto, Cisjordania quedaría sin continuidad territorial entre su parte norte y la sur, lo que dificultaría enormemente la viabilidad de un futuro Estado palestino, informó Efe.
Se trata de un proyecto que anteriores gobiernos israelíes habían estudiado llevar a cabo, pero que se vieron obligados a guardar en el cajón debido a la oposición de Estados Unidos y otros actores internacionales como la Unión Europea (UE).
La semana pasada, EEUU instó a Israel a no autorizar precisamente la construcción en el área E1, como una de sus posibles respuestas a la acción palestina en la ONU.