Más allá de los sueños

Adriana Riveros consiguió dos medallas en la competencia mundial de raquetbol que se desarrolló a mediados de noviembre en Los Ángeles-California (Estados Unidos). Una medalla de oro sumó en modalidad dobles, y la de plata en singles.

Su participación se produjo gracias al esfuerzo que hicieron en conjunto su familia y la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB), esta última corrió con los gastos de los pasajes que bordeaban los 1.500 dólares.

Adriana participó en dobles junto a María José Vargas, esta fue la dupla que consiguió oro en la final contra la representación de México, para llegar a esa instancia del certamen tuvieron que medirse con las jugadoras de Estados Unidos en la semifinal.

“Son países muy competitivos en el raquetbol, potencias en el mundo, antes de la final jugamos contra Estados Unidos, hicimos un buen partido y pasamos a la final, allí tuvimos que enfrentarnos a México. Fue un encuentro muy complicado, pero al final junto a María José (Vargas) conseguimos la medalla de oro”, comentó Adriana.

En cuartos de final tuvo que medirse con una mexicana, mientras que en semifinal lo hizo con una estadounidense, “a mi parecer ese fue el partido más complicado, son deportistas con nivel alto de preparación y tienen el apoyo de empresas y de sus gobiernos”.

Con estas dos medallas, Riveros se siente satisfecha por haber realizado una gran representación en el exterior, conseguir dos medallas en una competencia de estas características no es fácil para los atletas nacionales, “me siento contenta por estas medallas, representé bien a mi país, y en especial a La Paz, porque era la única paceña que viajó a ese campeonato”.

Además de lidiar con otras competidoras en el certamen, tuvo que sortear otros obstáculos que están fuera de la competencia, y no sólo ella, todos quienes fueron a representar a Bolivia en el torneo mundial.

“Cada quien tuvo que ir por sus propios medios, en esta oportunidad la Federación Boliviana de Raquetbol (FEBORA) no pudo organizar una delegación para asistir a la competencia porque no tenía recursos para hacerlo, y el Gobierno nos dio pocos recursos mediante el Fondo de Inversión para el Deporte (FID), así que cada uno tuvo que conseguir los medios para viajar”, comentó Adriana.

Agregó que fue el único país que no estaba concentrado en un mismo hotel, “cada quien tuvo que buscar donde alojarse, si el hotel era demasiado caro para ellos buscaban otras opciones, así estén lejos de la cancha de raquetbol. Todos nos pagamos nuestros gastos y pasajes, sentimos que nos hacía falta el apoyo para competir. En mi caso, pude ir gracias al apoyo de la UTB. La FEBORA nos dijo que podíamos asistir a este campeonato quienes queríamos hacerlo pero por nuestros propios medios pues no habían los recursos suficientes para mandarnos en una delegación”.