El exdiputado Roberto Jefferson, quien en 2005 denunció las corruptelas que pusieron en jaque al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, fue condenado por el Tribunal Supremo de Brasil a siete años y catorce días de prisión.
Jefferson, de 59 años y actualmente en tratamiento contra un cáncer, era presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB, por sus siglas en portugués) y fue hallado culpable de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, informó Efe.
El tribunal inicialmente le impuso una pena mayor, que pasaba de los diez años de cárcel, pero llegó a los siete años y catorce días tras aplicar un beneficio legal reservado a los reos que colaboran con la justicia.
Aunque las razones de sus denuncias nunca estuvieron muy claras, la corte consideró que, con sus revelaciones, el político laborista “prestó un gran servicio a la Patria”, según palabras del magistrado Marco Aurelio de Mello.