Dos preocupantes temas

Las FFAA cada año llaman a conscripción militar a jóvenes que están en la categoría, con servicio premilitar para estudiantes de colegios. Pero el deseo del joven para servir a su Patria debe ser acompañado con el pago de 1.135 bolivianos para adquisición de uniforme, lo que preocupa a los padres de familia.

Sin embargo, como siempre ha sido por norma, ese costo debería figurar en el presupuesto del Ministerio de Defensa. Por la mencionada disposición los padres de familia tienen que conseguir este dinero, lo que no es justo, ahora que se asegura que Bolivia está en un período económico favorable. La ciudadanía pregunta por qué se da bonos de estudio a estudiantes del ciclo primario y se hace exigencias a estudiantes que concluyen sus estudios.

Por otra parte, un decreto supremo fija el sueldo presidencial en 15.000 bolivianos mensuales y al cual tiene que regirse la ciudadanía, sin sobrepasar tal monto. Dicha medida tiende a generalizarse en la administración pública, en entidades autárquicas y semiautarquicas.

Pero en el país hay trabajadores especializados en minería, petróleo, gas, etc., que tienen que ser remunerados con un monto mayor a lo que indica el decreto, lo que provoca problemas. Si no se reconoce esta condición, esos trabajadores especializados buscarán trabajo en el exterior, perdiendo el país importante capital humano.

Por ello es preciso proceder con criterio razonable, ya que si se actúa según la letra muerta del decreto supremo, entraremos en un estado de retroceso. Además poner límite a los sueldos está provocando corrupción en funcionarios estatales, pues al parecer no se conforman con el límite del sueldo presidencial. Lo fundamental es contar con un capital humano calificado, para el desarrollo de Bolivia.

El autor es ex Decano de Odontología de la UMSA.