[Guillermo Choque]

Primera parte

Computación en la nube



En el sitio Web de la empresa española Salesforce, en el artículo escrito el año 2011 denominado “¿Qué es cloud computing?”, se menciona que el desarrollo de las tecnologías de la información ha dado paso a que los datos, la música, el video, etc. se encuentren almacenados y distribuidos a través de Internet, de tal manera que dichos recursos puedan ser accesibles en cualquier momento y prácticamente, desde cualquier lugar. Los sistemas operativos han sido siempre el corazón de los servidores y de las computadoras personales, y a lo largo del desarrollo de la tecnología, los nuevos elementos de software han ido adaptándose a los componentes de hardware para contar con un rendimiento cada vez más alto en el uso de aplicaciones. Sin embargo, las computadoras no son utilizadas todo el tiempo, a menos que se trate de brindar un servicio específico que demande una alta disponibilidad, veinticuatro horas por siete días, e incluso en este caso realizan tareas que no requieren de toda su capacidad disponible. Por otro lado, existen servidores antiguos, con sistemas operativos antiguos, y que ejecutan aplicaciones antiguas. Para migrar a las nuevas aplicaciones que exige el desarrollo de las tecnologías de la información es necesario seguir un largo proceso. “La mayoría de departamentos de tecnologías de la información se ven obligados a dedicar una buena parte de su tiempo a la tarea de implementar, mantener y actualizar proyectos que, con demasiada frecuencia, no suponen un valor añadido en el balance final de la empresa” y que en un determinado momento se verán obsoletos. En palabras de Urueña y sus colegas, en el estudio escrito el año 2012 titulado “Cloud Computing: Retos y oportunidades”, en las últimas décadas los procesos de deslocalización e internacionalización de las grandes empresas, unidos a la explosión en el uso la de tecnologías de información y procesamiento de datos, han hecho que las necesidades de cómputo de las grandes empresas y organizaciones hayan crecido a un ritmo superior al que lo hacía la capacidad de cálculo de los ordenadores personales. Por este motivo, y para satisfacer las necesidades de los sistemas de computación más exigentes, se ha producido una interesante evolución de las arquitecturas de cálculo, basada fundamentalmente en la ejecución simultánea de procesos en múltiples equipos informáticos.

Según Mell y Grance, en el artículo escrito el año 2009 titulado “Definición del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Cloud Computing”, la computación en la nube es un modelo conveniente para permitir el acceso por red y bajo demanda, a un conjunto de recursos computacionales compartidos y configurables, por ejemplo, servidores, almacenamiento, redes, aplicaciones y servicios, que pueden ser abastecidos rápidamente y desplegados con un mínimo esfuerzo de gestión o interacción con el proveedor de servicios. Las características de la computación en la nube con respecto a los usuarios finales son: (1) Usabilidad. El proveedor de servicios debe ofrecer mecanismos de acceso con interfaces de usuario de alta usabilidad, cuya operación casi intuitiva, requiera conocimientos básicos de tecnologías de la información. (2) Modelo de autoservicio. El usuario final debe consumir servicios computacionales con una mínima o nula interacción humana con el proveedor de servicios, incentivando un modelo de consumo basado en el autoservicio. (3) Acceso a través de red. El proveedor de servicios debe garantizar un nivel de ubicuidad para el acceso a la infraestructura computacional, software o aplicaciones desplegadas, ofreciendo servicios que pueden ser invocados por el usuario final desde redes internas, externas y principalmente Internet.

El investigador Buyya y sus colegas, en el artículo escrito el año 2009 titulado “Cloud computing orientado al mercado”, menciona que las características de la computación en la nube con respecto al despliegue de los servicios computacionales son: (1) Personalización de servicios bajo demanda. Dependiendo del modelo de servicio, el usuario debe seleccionar bajo demanda el tipo de infraestructura, software o aplicación que desea consumir como un servicio, así como aplicar configuraciones personalizadas para el despliegue del mismo. Esto debe facilitar la creación de ambientes personalizados de desarrollo, pruebas y producción que son desplegados, asignados y accedidos bajo la demanda del usuario final. (2) Modelo multiusuario. El proveedor de servicios debe poseer infraestructura computacional, software o aplicaciones aprovechables mediante un modelo de uso multiusuario que optimice el uso de la infraestructura base. (3) Virtualización. El proveedor de servicios debe poseer infraestructuras computacionales virtuales con la finalidad de asignar recursos y proveer servicios en forma eficiente, dinámica y elástica, conforme a la demanda. (4) Escalabilidad. El proveedor de servicios debe poseer infraestructuras computacionales, software y aplicaciones capaces de operar eficientemente bajo modelos de consumo, crecimiento y abastecimiento escalables. (5) Interoperabilidad y bajo acoplamiento. El proveedor debe desarrollar servicios de alta interoperabilidad y bajo acoplamiento capaces de operar en ambientes distribuidos y de alta heterogeneidad, facilitando su integración con componentes, aplicaciones o infraestructuras pertenecientes al usuario final o incluso a otros proveedores. (6) Extensibilidad. El proveedor debe desarrollar servicios de alta extensibilidad que faciliten la agregación, especialización o modificación de funciones generales con la finalidad de adaptarse a requerimientos específicos.

 
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