• Las fiestas patronales en Cochabamba, Tarija y Santa Cruz, representan formas diferentes de manifestar su fe cristiana.
La Paz, (EL DIARIO).- Las expresiones culturales en las fiestas patronales del Estado Plurinacional de Bolivia, se precian de ser diversas dentro de sus manifestaciones pluriculturales, entre las que podemos citar a la fiesta de Urkupiña en Cochabamba, la de San José Chiquitos en Santa Cruz y la de San Roque de Tarija, entre otras festividades religiosas importantes, que dejan entrever formas diferentes de expresar su fe, tradiciones y una historia diferente que contar.
Indudablemente, las fiestas patronales que se viven en cada pueblo y en cada región, son diferentes, sin embargo, solo hacemos referencia a tres, como una forma de apreciar la riqueza y la cultura de nuestro país.
Festividad
de Urkupiña
La Festividad Urkupiña es la principal festividad que se celebra en Quillacollo - Cochabamba del 14 al 16 de agosto, donde fieles provenientes de todo el país y el mundo se concentran para visitar el altar de la Virgen María de Urkupiña, poniéndola en el sitial de una de las fiestas religiosas más importantes del país.
La Entrada Folklórica contiene colorido, música, danzas, belleza y fe, donde miles de bailarines vistiendo elaborados y llamativos atuendos, danzan al ritmo de músicas folklóricas, deleitando a los espectadores con variadas y hermosas coreografías.
La entrada folklórica de Urkupiña es una de las fiestas más grandes de Bolivia, solo comparable con el carnaval de Oruro y el Gran Poder.
El último día en el cerro de Cota, donde, según la historia apareció la Virgen se realizan una serie de ritos, uno de ellos, consiste en sacar piedras con la creencia que según el tamaño extraído, la Virgen de Urkupiña lo compensará en dinero. Entre otras creencias, se adquieren casas, automóviles, camiones y diferentes objetos en miniatura que representan los deseos materiales de los creyentes y que según testimonio de los mismos, la milagrosa Virgen concede.
El altar Virgencita de Urkupiña está ubicado en Quillacollo, ubicada a 16 Km. de Cochabamba. Durante siglos fue centro de producción artesanal quechua.
San Roque
en Tarija
Inicialmente la fiesta de San Roque duraba sólo tres días, el primer domingo de septiembre empezaban los festejos y dos días se dedicaban a la octava. Hoy, el evento ocupa todos los domingos de septiembre, empezando con San Roque, la Octava de San Roque, San Roquito y la Octava de San Roquito, con sus fiestas paralelas. Así, cada semana se cambia la imagen del patrono por una más pequeña, reporta el diario El País de Tarija.
Actualmente, en estas fechas, la ciudad se llena de promesantes llamados chunchos, quienes representan a enfermos que padecían de lepra y bajaban a la ciudad a pedir limosnas, alimento y agua.
La historia cuenta, que en los años de 1853 y 1858 se construyó en la comunidad tarijeña de Lazareto, a siete kilómetros de la capital, un leprosario al que acudían las víctimas de esta plaga. A pesar que hoy sólo quedan ruinas, los peregrinos aún van al templo de la zona, donde según la tradición apareció San Roque un mes de septiembre durante la colonia y curó las heridas de los enfermos.
Los principales beneficiados del milagro habrían sido los guaraníes, quienes desde esa oportunidad fusionaron sus rituales contra la enfermedad a su deidad, Tumpa, con la devoción por San Roque.
Tarija, desde entonces, celebra cada año la fiesta del Santo curandero, uniéndose esta fecha a las celebraciones de los otros patronos, San Bernardo y San Juan Evangelista. Sin embargo, fue San Roque quien finalmente pasó a ser el patrono preferido de la región, constituyéndose en una de las festividades de mayor trascendencia en Tarija, reporta la misma fuente noticiosa.
San José de
Chiquitos
en Santa Cruz
La fiesta en honor a San José Patriarca, comienza con una procesión de la Santa Cruz por la plaza principal, para retornar al templo con el estandarte del Cabildo Indígena, según manda la tradición.
A tempranas horas, se realiza el saludo a la aurora con dianas de música, repique de campanas y toque de tambores del cabildo, llamando a la misa del patrono, donde convergen autoridades y organizaciones campesinas e indígenas desde sus respectivas sedes, en un marco de solemnidad.
Esta festividad patronal, donde se exaltan las tradiciones y los valores chiquitanos, congrega cada 1 de mayo a centenares de turistas que viajan hacia esta población con el objetivo de presenciar las manifestaciones culturales, entre las que sobresalen las caminatas del cabildo por las calles céntricas, el velatorio al estandarte del pueblo, la fiesta social, la coronación de la Miss San José, y otros actos oficiales, según el reporte del diario El Deber.
También se realizan juegos populares y bendición de la comida en el atrio del templo jesuítico.
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