La comunicación: creación de la verdad

Las sociedades que se educan empíricamente demandan que todos los medios de comunicación escriban y digan la verdad sin ocultarla, rechazarla, maquillarla o peor deformarla.

La comunicación es un poder y los medios, que pueden ser empresas públicas o privadas, no deben ingresar en la inequívoca tentación de convertirse en empresas políticas disfrazadas de información; panorama nada ideal para resistir a los poderosos y mantener incólumes los valores absolutos de la verdad y la lealtad.

La creación o creatividad en los medios de comunicación es la causa para que algo, que es en este caso la noticia, pase del no ser al ser, siempre en estricta inherencia con la verdad.

Todos los medios de comunicación sin distinción deben combatir con la verdad la represión y censura y cuando impera aquella, hay que evitar que el poderoso hable de los comunicadores, de hechos y ambientes, se cambie el discurso sobre el desposeído para desprestigiar a los gobiernos progresistas, todo mezclado con contenidos para mantener su estado hablando del respeto a la libre empresa.

Otra figura que se repite es la constante letanía de que el Estado no debe gastar y es mejor guardar el dinero para pagar la deuda externa. Con ello están manifestando que hay que mantener a las masas en ignorancia, porque no conviene que se gaste en educación y asistencia social. ¿Es mejor para quién? ¿Es que el hambre, la ignorancia y la violencia no crean desigualdad?

La comunicación a través de los medios es el valor intangible que poseen las sociedades y la evolución de la misma ha hecho historia en la humanidad por el difícil logro obtenido. Aún sin perfeccionarla del todo, se ha avanzado mucho y la forma de preservarla es la educación y el apego a los valores, unidos a una consolidada idiosincrasia de respeto profundo a la información por parte de los medios de comunicación y con la confianza de la sociedad para la cual se elabora la información.

El autor es abogado corporativo, posgrado de Arbitraje y Conciliación.