Esta vez Chávez partió en silencio, sin fecha de regreso, legando en el vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, el gobierno de Venezuela en su ausencia. Se encuentra en La Habana desde el 28 de noviembre para seguir con un tratamiento médico de cáncer.
La última vez que asistió a un acto de masas fue el 8 de octubre, para celebrar su reelección a un cuarto mandato consecutivo. Durante los 14 años que lleva gobernando, las alocuciones de Chávez en televisión han sumado un tiempo equivalente a siete meses. Por eso los venezolanos se extrañan ahora de no verle a cada momento en pantalla.
La información oficial sobre la enfermedad de Chávez es escasa y cada día de ausencia alimenta aún más los rumores acerca del agravamiento de su salud. Se sabe que en el último año ha sido operado tres veces para extirparle dos tumores malignos y que ha sido sometido luego a tratamientos de radio y quimioterapia.
No se sabe con certeza qué zonas de su cuerpo están afectadas por el cáncer ni qué pronóstico de vida le han dado los médicos cubanos, brasileños y venezolanos que lo tratan en La Habana.