La inflación general, entre enero y noviembre de 2012, llegó a 3,9%, según reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero para los pobres, la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue mayor, habiendo alcanzado a 4,2% hasta noviembre, según el cálculo realizado por la Fundación Jubileo de la Iglesia Católica.
Este dato considera que la composición del gasto de los hogares más pobres es diferente al promedio general establecido por el INE durante la gestión 2012.
Durante el mes de noviembre, la inflación de alimentos fue de 1,04%, la segunda tasa más alta después de la registrada en mayo. Así, la variación de precios acumulada llegó, en el caso de los alimentos, a 4,9% durante el año, cifra mayor al promedio general de inflación que fue de 3,9%.
La meta de inflación general fijada por el Gobierno para este año es de 5%. En 11 meses, los alimentos llegaron a 4,9%, señala el informe.
Comparando los precios de alimentos y bebidas de noviembre respecto a octubre (1,04%), éstos fueron considerablemente mayores a la inflación mensual promedio de todos los artículos, que fue de 0,48%.
La composición del gasto de los hogares demuestra que mientras más pobre es un hogar, mayor es su proporción de gasto en alimentos (Los hogares pobres destinan más del 50% de sus ingresos a la compra de alimentos). Por este indicador, la inflación de los pobres es explicada fundamentalmente por la variación de precios de los alimentos y bebidas.
Mientras el promedio general de la inflación de noviembre fue de 0,48%, para los hogares pobres fue mayor, registrándose una variación de 0,64%.
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