¿El MERCOSUR por la CAN?

II

Seguramente al publicarse esta nota, la “Cumbre de Jefes de Estado” de los países pertenecientes al MERCOSUR estará en pleno desarrollo. Sin embargo, continuando con nuestro análisis sobre la disyuntiva en la que aquella “invitación a formar parte del MERCOSUR” nos ha colocado a todos los bolivianos, corresponde tener en cuenta también que:

Existe un país Miembro Fundador del MERCOSUR, como lo es Paraguay, que se encuentra “suspendido” de ejercer sus derechos, por una decisión que la consideramos ilegal e ilegítima, tomada arbitrariamente con la intención de favorecer el “ingreso de Venezuela”. No olvidemos que Paraguay fue el país que se opuso tenazmente a su ingreso, por una serie de diferencias con el Gobierno venezolano. Sólo la suspensión “ilegal e ilegitima” de Paraguay permitió lograr el “consenso” - requisito imprescindible e indispensable según el Tratado de Asunción- entre los restantes tres países para votar por el ingreso definitivo de Venezuela.

Por supuesto que este ardid utilizado por estos tres países fue observado y calificado como ilegal por la representación paraguaya, porque vulneraba una vez más el Tratado Constitutivo del MERCOSUR.

Al parecer esta nueva Cumbre de países miembros del MERCOSUR, apuntalada por Venezuela, pretende una vez más perpetrar otra violación a dicho Acuerdo de Montevideo. Esta vez se violaría el Art. 20 de dicho documento, que claramente expresa: “El imprescindible requisito para un país postulante al ingreso de esta unión aduanera, de no pertenecer a ningún proceso subregional de integración”, al permitirse el ingreso de nuestro país como miembro activo y pleno. Así se seguiría con las malas artes enraizadas tanto en los gobiernos venezolano, argentino y, por supuesto, boliviano, donde es el pan de cada día la violación a las normas constitucionales.

Este criterio de unanimidad, consagrado también en el Art. 20 del Tratado de Asunción, es en la actualidad de cumplimiento imposible, por causa de aquella “suspensión perpetrada con el Paraguay” y ya ha sido observado en el pleno del Parlamento del MERCOSUR.

De consumarse aquella “barrabasada” perpetrada por los países afines a la línea chavista, permitiendo el ingreso “ilegitimo” e “ilegal” de Bolivia al MERCOSUR, como país integrante a plenitud, queda el interrogante de saber con cuáles condiciones participaríamos de toda la compleja relación comercial que su funcionamiento implica. No olvidemos que cuando este proceso subregional -que aún no alcanzo a plenitud sus objetivos, pues apenas es una unión aduanera- fue establecido con el Acuerdo de Montevideo, se determinó la aplicación de un tratamiento PREFERENCIAL y DIFERENCIADO a los países de menor desarrollo, en ese caso Uruguay y Paraguay, especialmente en el tema arancelario, por la enorme diferencia existente en cuanto a su desarrollo con el Brasil y la Argentina.

Los resultados están a la vista, tanto Uruguay como Paraguay NO HAN LOGRADO llegar al desarrollo ideal que todo proceso de integración determina y busca, y las asimetrías existentes al momento de su fundación, persisten aún, e inclusive en mayor escala.

Esperemos que esta situación no se dé también con nuestro país, al que aquel calificativo de “país bisagra” no es el más adecuado, pues, en rigor de verdad, Bolivia sólo sería un país “niple” en el Cono Sur, permitiendo y viendo pasar, sin aprovechar, toda esa actividad económica que se pretende generar entre Brasil, Argentina y Venezuela; eso sí, no olvidemos que de paso sufriremos el succionamiento de nuestra materia prima, tan codiciada por nuestros vecinos.

El autor es docente universitario.