Concluida la Consulta, el Gobierno se traza ahora, sin fijar fecha la construcción de una carretera que no afecte el corazón de esta reserva natural. “Una construcción de esta naturaleza es más cara”, aseveró el ministro de Obras Públicas Vladimir Sánchez.
En aquella área virgen de 16,7 kilómetros, se pretende construir un viaducto, especie de puente que pase por encima de la copa de los árboles, sin alterar el suelo de la zona, sin afectar la flora y fauna, ni tocar las plantas ni los seres vivos.
Los pobladores disidentes con la medida del Gobierno anticiparon que no dejarán que se trabaje en la zona dicha carretera que no les favorece en nada y sólo servirá de penetración y beneficio externo.
“La denominada carretera ecológica es la primera que se construirá en Bolivia, pero hay experiencias en Norteamérica y Asia. Es cara en comparación con las carreteras normales, pero tiene la virtud de evitar el impacto y se tomarán varias medidas; la primera es que los de esas tierras piden protección física para que no se avasalle al Tipnis, que no ingresen otras personas a la región”, dijo Sánchez.