Algunos huyeron despavoridos
Tan pronto se conoció la noticia de que uno de los pilares del edificio El Alcázar cedía, los primeros policías que llegaron al lugar tomaron las previsiones, acordonaron el sector y algunos comunicaron a los que estaban detrás del edificio (Parque Ferial), que debían abandonar la zona.
Los que vendían sus productos navideños y los comparadores dejaron el lugar, unos cerrando el puesto y los demás huyendo como si el desplome del edificio fuera inmediato.
A las 19:00 retornaron al lugar para llevarse sus pertenencias y los productos que para algunos representa todo el capital que tienen. “Nos dijeron que se estaba cayendo el edificio. En ese momento me he quedado muda, no podía ni moverme, lo único que se me ocurrió en ese instante era agarrar lo que podía y me fui corriendo”.
Mirando el edificio en cuestión quedaron a la espera por algunos minutos las vendedoras que empezaron a echar la culpa a quienes construyeron el Parque Ferial en un lugar “tan inseguro”.
Entre el Parque Ferial, que está sobre el embovedado del río Choqueyapu, y el edificio El Alcázar hay una distancia de 100 metros, de manera que una posible caída de la edificación caería sobre gran parte de los puestos.
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