Alguna vez un escritor señaló que en ocasiones la realidad supera a la ficción. Desde este lugar del mundo una realidad tan asombrosa puede ser posible, sin embargo, en ocasiones la misma vida cambia de curso historias sorprendentes. “El empresario de los zapatos sucios” juega con elementos de la realidad y de la ficción para plantear la necesidad de un mayor patriotismo en la sociedad boliviana.
Oscar Kellenberger, de profesión economista, presenta esta obra como una ficción que permite pensar en una realidad a futuro. La historia aborda las iniciativas de un empresario que pretende industrializar las ranas gigantes del Lago Titicaca, hecho que realmente ocurrió hace varias décadas. En la vida real el empresario falleció de un paro cardíaco antes de concretar el proyecto, pero en la narración encuentra una segunda oportunidad que lo llevará a una acción de patriotismo para devolverle a Bolivia el mar.
Es en desarrollo de esta nueva historia, después de haber triunfado en la comercialización de la materia prima de un plato de alta cocina, que el empresario adquiere una isla, que decide donar a su país cuando se entera de su enfermedad.
Más allá del relato central, el autor invita a recordar la necesidad de actitudes patrióticas para aportar a Bolivia con hechos. Además recuerda la importancia de una salida al mar como el respeto a un derecho humano fundamental para los pueblos.